Por fin mañana empiezan a pintarme la casa, aunque me enfrento a ello con sentimientos encontrados, emoción y pereza a partes iguales, pero es algo que tengo que hacer. Después de casi 10 años viviendo en esta casa hay zonas que lo están pidiendo a gritos y otras, que aunque ya habían sido pintadas con anterioridad, buscan un cambio de “look” (bueno, soy yo la que lo estoy buscando y mi hija mayor, que no para de recordarme que odia el “rosita” :-)) Así que allá vamos… Todo esto a una semana de las vacaciones, en la que voy a estar conviviendo con los señores pintores, los plásticos, la cinta de carrocero y demás artilugios, veremos a ver cómo sobrellevo mi estrés.
No lo había pensado hasta hace unos días, pintar no sólo supone retirar los muebles, mis paredes volverán a ser un lienzo en blanco, todos mis cuadros y fotos serán retirados, así que puede ser un buen momento para aprovechar y hacer un cambio. Aunque ya estoy acostumbrada a ver cada cosa en su lugar, es posible que dedique un tiempo a pensar en nuevas ubicaciones, así me dará la sensación de haber hecho más cosas, no sólo pintar. Esta vez lo voy a meditar mucho, en las siguientes imágenes podéis ver lo que el arte puede conseguir, una obra bien elegida y situada, se convierte en protagonista indiscutible del espacio. Me toca pensar…
Imágenes en mi panel de Pinterest Art
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