Si contamos con un presupuesto ajustado o queremos personalizar nuestra decoración al máximo, podemos recurrir a los cabeceros caseros o artesanos. Algunos recursos como papel pintado, aprender a tapizar con piel, algunos espejos o dibujar un mural pueden ser las soluciones más recurrentes y sencillas.
Además, al realizarlo estos cabeceros caseros por nosotros mismo podemos medir mejor el tamaño que estamos buscando, será mucho más fácil adaptarlo... A partir de ahí lo que más cuenta es la imaginación para hacerlo de madera, con palés, forrarlo con tela o piel, usar una puerta antigua... ¡Imaginación al poder!
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