¿Cuántas veces a lo largo de la historia las mujeres hemos sido vetadas en multitud de sitios y actos? para votar, para entrar en ciertos clubes, participar en algunas tradiciones religiosas, etc. No es que os vaya a soltar un rollo feminista, ni mucho menos, pero me ha gustado conocer este proyecto pensado por y para mujeres. The Wing es un club y co-working donde sólo tiene cabida el sexo femenino, creado para que avancen en sus proyectos y formen comunidad. En España sólo conozco algo similar, más por el fin que por el espacio físico, se llama Extraordinaria y os recomiendo que echéis un vistazo a la web, yo les sigo desde hace bastante tiempo y es altamente recomendable. The Wing nos pilla un poco más lejos, se encuentra en Nueva York. El espacio que os voy a enseñar no es el primero, hay dos más, sin duda un síntoma de éxito.
Según la cofundadora, la intención era crear un gran loft en el Soho acorde al resto de edificios autóctonos de la zona, éste en concreto se construyó en 1890 y originalmente era una fábrica. Desde el pasado octubre que abrió sus puertas, el club cuenta ya con una lista de espera de más de 8.000 mujeres por lo que se han propuesto abrir dos centros más en Brooklyn y Washington D.C para el año que viene.
La diseñadora Chiara De Rege, se encuentra tras el interiorismo del espacio. El corredor con claraboya central actúa como columna vertebral de este edificio con más de 125 años de antigüedad permitiendo que la luz natural inunde las salas de reuniones y los espacios comunes. Los muebles y la decoración son una rica mezcla de aires femeninos, mucho rosa, piezas mid-century, arte y fotografía, incluyendo algunas obras de Marilyn Minter y Alice Lancaster un logro de Lolita Cros, directora creativa y miembro de The Wing.
El edificio incluye salas privadas para conferencias y reuniones, también zonas de aseo con tocadores y duchas para después del gimnasio, en ellas se puede leer un letrero de neón que dice “No Man’s Land” y en los azulejos del suelo exterior de la ducha “Serving Looks“, frases características del club y una clara declaración de intenciones. Por cierto, el tocador (femenino a más no poder y una de mis zonas favoritas) está vestido con papel pintado de Maison C cuyas ilustraciones de Joana Avillez representan las ventanas del Soho.
Madera y mobiliario rosa para el espacio “The Perch” destinado a la cafetería; biblioteca con libros ordenados por colores y en el futuro, una tienda en la entrada con un gran muestrario de ropa a disposición de las socias.
Como os decía el espacio Soho no estará sólo, además de los centros ya existentes (echad un ojo aquí y aquí) próximamente se abrirán otros dos, como veis por la lista de espera la demanda es alta, porque ¿a quién no le apetecería trabajar en un sitio como este? El trabajo es menos trabajo si lo pintamos de color de rosa :-)
¡Feliz fin de semana!
Fuente: Domino Magazine
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