El calor sigue, así que hoy empezamos con una opción refrescante. Las casas antiguas, con vigas de madera, me encantan, y si la madera natural se alterna con la madera pintada en blanca... ¡me gustan más! Darle un lavado de cara resulta, al final, muy económico, y el resultado es muy refrescante, pues la madera llama a la naturaleza y el blanco da sensación de frescor. Si, además, se introducen algunos toques rústicos a un estilo nórdico entrañable, y algunas plantas... ¡el resultado es fantástico! ¿Qué os parece¿ ¿Podéis aprovechar alguna idea?
Vía: eclecticool.es