En Rorvig, Dinamarca, los inviernos son largos y crudos con temperaturas bajo cero, y cuando sale un rayo de sol la gente aprovecha para salir de casa y estar en contacto con la naturaleza. Y en medio de ella, y con vistas al mar, se alza este precioso bungalow de madera rodeado de porches. Aunque por fuera parece pequeño, tiene todo lo necesario para pasar los fines de semana cómodamente. Lo mejor, sin duda, son las vistas de 360 grados al campo que la rodea.
En el porche exterior tiene hasta una cocina para pasar agradables ratos en el exterior.
La decoración es sencilla, cálida, en tonos suaves. Me encantan los sofás blancos ¿como lo hacen para mantenerlos impecables?. !Lo que daría yo por poner uno en mi casa y que estuviera así de limpito!
Fuente: bobedre.dk, fotografía: Lise Braestrup