Una paradisica isla solitaria en las Maldivas, llamada Kuda Hithien -que suena muy polinesia-, donde relajarse y olvidarse de cualquier problema es posible. Las vistas al océano desde todos los puntos de la villa es impresionante. A través de esta pasarela suspendida en las aguas vamos hacia esta isla ¿la vemos?
Vista aérea de esta maravilla de la naturaleza de aguas cristalinas y de un azul turquesa inigualable.
El confort y lujo de la villa es comparable a la naturaleza que la rodea. Rodeada de una piscina que parece inacabable se puede disfrutar desde cualquiera de sus estancias de las vistas al jardín tropical.
Desde las habitaciones puedes acceder a la piscina e incluso darte un masaje mientras la contemplas.
Todo un lujo para los sentidos!!!
Al ver estas fotos se ratifica aquellos que tantos dicen “en el mar la vida es más sabrosa” y en esta villa la vida debe ser deliciosa. Un lugar ideal para huir de lo cotidiano, un espacio caracterizado por lo exótico, con una majestuosa construcción arquitectónica hecha por el hombre y una inigualable obra de la naturaleza. Con cálidas aguas, una vista imponente desde todos los ángulos de la residencia.
arquitecto Guz Wilinson, Vía freshome.com