Sus delicados retratos, la profusión de alegres colores y la riqueza de detalles se merecían algo más que un marco y un cristal. Cuatro tablitas de madera cortadas al efecto era lo que necesitábamos.
Seguimos la técnica del decoupage.
Lijamos ligeramente los bordes para dar un aspecto envejecido.
Teñimos la parte trasera de las tablitas con cera y betún de Judea (las traseras también son importantes...),
... y los bordes de las láminas para integrarlas aún más con su soporte.
Nosotras siempre empleamos cola Stamperia, especial para este tipo de trabajos, tanto para adherir las láminas como para protegerlas al finalizar. Pero, siguiendo los consejos de nuestra buena amiga Lola, de El refugio de Lirtea, esta vez aplicamos varias capas de barniz mate para la terminación, ¡y estamos encantadas con los resultados!
Una pizca de silicona caliente para sujetar los colgadores, ¡y listo!
Mirad algunos detalles de estas deliciosas láminas....
Las hemos colocado en una de nuestras cocinas, para mostraros cómo decoran, y quedan de lo más retro y colorista. ¿No creéis?
Y ahora nos pasamos a ver las demás propuestas de la convocatoria de Marcela y sus findes frugales.
¡¡Feliz fin de semana!!