Una cosa muy curiosa que nos ocurre cada vez que participamos en un mercadillo, es el interés que despertamos entre los caballeros... Poneos en situación; fulanita le deja caer a menganito, el domingo por la mañana, que el mercadillo de su zona de residencia está operativo ese día... Menganito sabe que no hay escapatoria posible, y que le espera una paseo de lo más aburrido entre ropa y complementos que, al menos en nuestra ciudad, es lo que más abunda. Pero, de repente, en medio del sopor, un trozo de madera aparece ante sus ojos (¡nuestras maderas!). El susodicho recupera al instante la ilusión, se acerca a nuestro puesto, pregunta, curiosea, se informa... mientras la parienta respira aliviada al tener unos minutillos libres para probarse o curiosear, sin la carabina de la cara larga al lado ¡Y todos contentos! La primera venta de nuestra vida en un mercadillo fue un espejo de bronce de pared adquirido por un amable señor. La ménsula verde mint en esquina se convirtió en el capricho de otro caballero, encargado de convencer a su esposa de lo bien que quedaría en tal o cual sitio. Y de las tablitas de flores que abajo veis, la grande y una de las pequeñas también volaron en manos de sendos varones.
Y quizás lo de las flores sea lo que más nos ha llamado la atención... Bien es verdad que nosotras adoramos estas tablas y que no hay una sola que dejemos escapar, pues desde el baño a la cocina, su toque decorativo es innegable. Pero siempre nos han parecido el colmo de la feminidad. Será por eso que los señores, sabedores de su poder de seducción, han encontrado en estas tablitas, otra forma de regalar flores...
¡Cuánto tiempo sin publicar por aquí! Lo cierto es que no estamos muy activas por redes últimamente, pero nos resistimos a irnos, eso seguro... El motivo de esta publicación es enseñaros el cambio que ...
Animadas por nuestra puerta de cristal, perteneciente a unos enormes ventanales de un edificio antiguo, es que nos hemos decidido a volver a publicar en el blog, algo abandonado, la verdad; no es algo ...
Esta historia va del horno tostadora que veis bajo la ventana, y que un buen día dejó de funcionar. Después de cerciorarnos de que no tenía arreglo posible, lo normal habría sido deshacernos de él en ...
Recibimos este silloncito de regalo. Estaba en perfecto estado, incluida la rejilla que tan delicada es... Sólo necesitaba encolarse por algunas partes, y de ahí la cuerda que veis abajo. Después de d ...
No queríamos llevarnos todos estos cuadritos, tan sólo los de flores, pero el señor del mercadillo fue tajante, ¡o todos o ninguno! Pues a su casa vinieron en esa bolsa tan chic... Estos cuatro fueron a los que vimos posibilidades, porque las láminas estaban en muy buen estado y eran de lo más románticas, alegres y coloridas. Teníamos claro que era fundamental sustituir ese dorado por un tono m ...
En el último mercadillo al que acudimos, tuvimos de vecina de puesto a una señora encantadora que vendía unas hermosas flores de telas confeccionadas por ella misma. Eran flores de un tamaño generoso, para llevar puestas: en un lateral del vestido, en el bolso, como tocado, en el cuello con unos collares de perlas que allí mismo te podías comprar... Las dos nos quedamos prendadas de ellas, pero co ...
¡Hemos sobrevivido a otra Navidad! Nos encanta terminar las Fiestas con esta frase que, entre nosotras, repetimos cada año, y que es el colofón perfecto de unos días vividos intensamente en todos los sentidos... Pero necesitábamos volver a la rutina y a nuestro blog, que retomamos con esta anécdota relatada por una buena amiga y que le acaeció muchos años atrás, en concreto, en su primer año de un ...
Ya sabéis que las dos coincidimos en muchas cosas, pero también hay otras en las que no y, entre ellas, las series de televisión que, cuando buenamente podemos, seguimos al medio día. A una le encanta "Acacias 38" y a la otra, "Amar es para siempre". Y es en ellas, donde hemos descubierto que nuestras abuelas y, seguramente, alguna de nuestras madres (aunque nosotras no lo rec ...
¡Menuda maravilla nuestro último hallazgo! Tan sesentero y psicodélico, nos parecía estar viendo una imagen de nuestra más tierna infancia al descubrirlo en el último mercadillo (enorme, por cierto) al que hemos acudido recientemente y del que, sin embargo, no esperábamos encontrar nada tan especial. El taburete estaba en muy mal estado, con sus patas de hierro totalmente oxidadas, pero el tapiza ...
Poco a poco voy volviendo a la normalidad en La Buhardilla, porque entre los planes con los amigos y la familia y los mercadillos no he parado en estas Navidades. La verdad es que no me puedo quejar de navidades y menos de como ha empezado el año porque el mercadillo del día 4 fue un éxito, y de esto es lo que os quería hablar hoy. Un buen tema para el primer post del año. Pues lo que os contaba, ...
Pensar en calor, en colores. En el olor de la primavera y en la esencia de las puertas del verano. Dejarse embriagar por el color y descansar entre arboles y viñedos. Así, trasladándonos a la campiña inglesa, nos colamos en la casa de las flores. Un espacio con esencia kitsch y vintage y donde la feminidad y ese punto clasico sorprenden a la vez que abruman. Pese a ser un estilo cargante, que ama ...
Yo de flores se lo mínimo...distingo una margarita, una rosa y un tulipán pero creerme que poco más. La cuestión es que tengo entre manos un encarguito muy especial y es que una amiga se casa y nos ha pedido a las amigas que le ayudemos con la decoración de las mesas. En ese momento, todas nos llevamos las manos a la cabeza!! ¿Pero como vamos a hacerlo si no tenemos ni idea!!!??? Si además las flo ...
Hoy aqui esta haciendo un dia muy triston, ha venido una amiga a casa y asi como para animarnos nos hemos ido a pasear a un mercadillo de ocasion que hacen cerquita de donde vivo, como estoy asi, asi, me he dado el gustazo que ahora quiero compartir con vosotras, de comprarme unas cositas que como siempre no sirven para nada, salvo la tetera que yo utilizo mucho, pero que alegran el corazon, aqui ...
Sin duda, lo que más echo de menos es ir a comprar flores. Y ¡cuánto hace falta en estos tiempos grises! un poco de color, de vida, de alegría. Eso sí, cuido con mimo las plantas que tengo en casa y disfruto de ellas. Hace unos días me encontré en uno de mis libros unas flores que había dejado prensadas entre sus hojas, y me dije... ¡venga ya sé lo que puedo hacer para alegrar la casa! Tengo la v ...