Seguimos con un poco de decoración nórdica en el blog, aunque esta vez, no hay nada de minimalismo. Este bonito ático abuhardillado, está plagado de detalles, aunque sigue conservando ese aire nórdico que tanto nos gusta.
Cuantos más pisos veo, más me convenzo de que las alfombras aportan muchísima calidez, no sólo para los pies en invierno, sino visualmente. A parte de ser un elemento decorativo más.
De la misma manera que vamos cambiando las fundas de los cojines, o las pequeñas piezas de decoración, también existen las alfombras de invierno y de verano, así que ya no tenemos excusa para tenerlas todo el año en casa.
Todo el espacio es preciso, pero las buhardillas son perfectas. La sensación de estar sentado en el sofá por la noche, poder mirar para arriba y ver las estrellas, mientras estás calentito en casa, tiene que ser espectacular!
¿Qué te parece el piso de hoy?
¿Te has enamorado de las buhardillas como yo?