Cuando hablamos de decoración, no hablamos sólo de muebles, cortinas y figuras. La decoración es mucho más que todo eso. Son muchos los elementos que intervienen en la misma. Comenzando por la pintura y terminando por una simple figurita, sin dejarnos la carpintería, iluminación, fontanería, y un largo etcétera.
Siempre nos quedamos boquiabiertos cuando vemos otras decoraciones que no son la nuestra y que nos atraen. Pensamos, ¿cómo quedaría esto en mi salón? ¿por qué no se me ocurriría a mi antes?
En ocasiones sentimos la necesidad de realizar cambios en nuestros hogares que afectan a determinados elementos. Lo más esencial es pintar las paredes y techos cada cierto tiempo, y siempre nos gusta ver algo más distinto, algo que nos llene y nos haga ver diferente el hogar. En la última renovación, nos surgió la incógnita de los interruptores de luz y enchufes. La verdad es que unas paredes de color con los elementos eléctricos en blanco, y además antiguos, no era santo de nuestra devoción.
La primera opción fue buscar y recorrer todas las grandes superficies y ferreterías que fuimos capaces de localizar, pero los que nos gustaban eran precios prohibitivos, y lo que se podía comprar, no mejoraba en absoluto lo que ya teníamos.
Es ahí donde surgió la idea de, ¿y si los restauramos? Claro, esa era una buena opción. Seguro que encontraríamos la forma de transformar radicalmente esos feos y antiguos interruptores y enchufes, en algo integrado en la decoración y con la suficiente atracción como para llenar por completo nuestra exigencia.
Es increíble lo que un detalle tan insignificante puede influir en una decoración global, pero lo cierto es que, si se cuidan los pequeños detalles, lograremos el objetivo de ver plenamente cumplido nuestro deseo.
La decisión ya estaba tomada, ahora había que decidir la forma. Pensamos que una buena opción, fácil de deshacer en un futuro, si cambiábamos la decoración o el color de las paredes, era emplear papel de arroz y/o papel decoupage. Era tan sencillo como aplicar cola de manualidades especial para estos casos y el papel en sí.
El resultado habla por sí solo. De modo que mejor os mostramos el mismo a través de las imágenes que incluimos a continuación.
Esperamos que os guste. Y ya sabéis, es una solución muy económica y divertida, ya que la realización no tiene ningún secreto y es muy sencilla.
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