Decorando una caja de madera con un toque retro

Caja de madera decorada
Como ya os anunciamos el viernes, la semana pasada la dedicamos a decorar cajas, cajones y cajoneras en nuestro intento por conseguir orden en la casa. El viernes os presentamos unas cajas de madera decoradas para una habitación infantil y ahora os detallamos cómo hemos decorado esta caja cuyo destino es ser contenedor de libros en un rincón de lectura (que bien podría ser una mesilla de noche).


Partimos de una caja de madera de pino natural de Leroy Merlin de 20 x 15 x 30 cm. de tamaño. Aunque la caja está lista para pintar directamente, nosotras siempre preferimos empezar lijando suavemente para preparar mejor la madera. Una vez lijada, la pintamos utilizando 3 tonos de pintura diferentes, siguiendo la secuencia de trabajo que os mostramos en la siguiente imagen:



PASO 1: PINTAMOS LA CAJA

- Vamos aplicando los tres colores de forma irregular a nuestro gusto, superponiendo los diferentes tonos.

- Lo único que tenemos que tener en cuenta es respetar los tiempos de secado entre una capa y otra si no queremos que los colores se mezclen. Pintando de esta manera conseguimos un efecto decapado, pero no hemos tenido que recurrir a la lija para lograrlo.

- Hemos utilizado un pincel plano y seco, descargando siempre la pintura antes de aplicarla.


paso 2 en detalle


Detalle paso 3

PASO 2: TRANSFER DE IMÁGENES

- Si pinchas aquí podrás ver con detalle los pasos a seguir a la hora de realizar un transfer con gel medium.

- A la hora de realizar el transfer hemos tenido alguna que otra dificultad, probablemente porque era la primera vez que utilizamos esta marca de medium y no sabíamos como se iba a comportar. El resultado, en principio, no fue el deseado pero lo resolvimos con un poco de imaginación.

- Aceleramos el proceso de secado aplicando calor, para ello nos ayudamos del secador de pelo primero y de la plancha, en segundo lugar.

Colocamos una hoja de papel de horno entre la imagen y la plancha y vamos pasándola en movimientos lentos durante varios minutos, realizando presión sobre la imagen. La plancha la utilizamos a alta temperatura y nunca la dejamos fija sobre un punto demasiado tiempo porque podríamos quemar la imagen.


Planchamos la imagen de transfer para acelerar el secado

Bueno, pues a la hora de retirar la celulosa nos encontramos con que la imagen quedaba muy blanquecina , por mucho que insistiéramos en mojar y frotar con cuidado la imagen, no conseguíamos deshacernos de esa especie de velo blanquecino que cubría las imágenes, como si hubieran quedado plastificadas.

Así que se nos ocurrió que la mejor solución era utilizar la lija para intentar borrar los contornos y ya, de paso, nos decidimos a "romper" la imagen, total... ¡no teníamos nada que perder!. El resultado nos encantó porque la imagen quedó totalmente integrada en la pintura y además le daba a todo un efecto desgastado, quedando todo integrado a la perfección.


Detalle del transfer en el que todavía se pueden apreciar los límites de la imagen


Caja de madera decorada


Transfer en madera con gel medium


Caja de madera decorada - detalle de la pintura

En unos de los lados hemos colgado unos corazones de madera natural. De momento los dejamos así, aunque es muy probable que terminen con algún tipo de decoración.



Esperamos que os haya sido útil la lectura de esta entrada de nuestro blog y os haya servido de inspiración.

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