Las estructuras y cimientos están hechos en función del entorno donde serán expuestos, sin embargo, hay eventos climáticos que no pueden controlarse y afectan irremediablemente a las condiciones y resistencia de dichas estructuras. Destaca el exceso de humedad producido en la actualidad por los cambios climáticos, por lo que es recomendable elegir un sistema de protección para la fachada del hogar y así evitar daños mayores o filtraciones.
Con el paso de los años, las condiciones medioambientales han cambiado de forma dramática, trayendo consecuencias inesperadas para todo sector dentro de la sociedad. Mayor exposición solar, fuertes vientos, cambios de temperatura o una excesiva presencia de humedad en el ambiente, han impulsado la creación de materiales y metodologías para contrarrestar estos efectos.
En cuanto a los bienes raíces, la construcción de estructuras en la antigüedad, no tenía estas consideraciones puesto que todavía no eran visibles. Mientras que, en la actualidad, los daños se han visto en la fachada y demás elementos exteriores del hogar, donde se deben aplicar sistemas que permitan proteger la estructura y sumarle durabilidad, a pesar de las condiciones climáticas y ambientales que puedan surgir.
De lo contrario, la fachada y estructura podría ceder, permitiendo el acceso de la humedad y otros factores, que no sólo empeoran la condición de la estructura como tal, sino que tienen incidencia negativa en la salud de las personas que allí habitan.
Humedad, una condición medioambiental que debe evitarse
La humedad se define como una condición medioambiental conformada por el vapor del ambiente, la cual surge de los procesos de la condensación. También puede encontrarse como agua impregnada en los cuerpos o estructuras existentes, como en la fachada o techo de las casas, actualmente.
Cuando se presenta un exceso de humedad en el ambiente, las estructuras tienden a deteriorarse, formando agujeros por los cuales ocurren filtraciones. Éstas pueden causar daños irreparables en las estructuras y en todo aparato que se encuentre cerca de la filtración. Además de que un entorno con gran presencia de humedad, produce una serie de enfermedades nocivas para la salud, como son el asma, la sinusitis, infecciones pulmonares, o bronquitis.
Es por esto que, cuando la humedad se hace presente, se deben encontrar a los profesionales capaces de diseñar e implementar sistemas de protección antihumedad, los cuales serán aplicados a las fachadas y al exterior del hogar, con la finalidad de proteger la estructura de cualquier muestra de humedad o filtración que se pueda presentar.
Asimismo, la modernidad ha permitido que los materiales usados para la implementación de este sistema, cuenten con un diseño de vanguardia que sirva como elemento decorativo en el exterior de la casa. De esta forma, será una remodelación donde se suma funcionalidad, mientras se protege y evita la proliferación de enfermedades, brindando además una mejora en términos de diseño.
Beneficios de un sistema de protección antihumedad
Para entender mejor qué se obtiene cuando se decide elegir la protección para el hogar, se deben observar los beneficios y ventajas que una instalación como ésta deja a quien la contrate:
Impermeabilidad asegurada. En épocas de lluvia, las filtraciones tienden a hacerse presentes en las estructuras que no están preparadas para estos casos. Por esto, la instalación de un sistema antihumedad, evita que el agua de lluvia penetre en dicha estructura.
Transpirabilidad. En entornos de extrema humedad, permite que la misma sea evacuada sin problema, evitando que se acumule en las paredes, y por lo tanto, que sucedan condensaciones interiores nocivas para la salud.
Autolimpiable. El material con el que están hechos estos recubrimientos, repele cualquier contaminante o suciedad, eliminándolos a través del flujo de agua de la lluvia.
Resistencia asegurada. Las innovaciones en su fabricación han permitido que estos sistemas garanticen su durabilidad y resistencia ante la intemperie, rayos UV y ozono.
– Repele a los microorganismos. La naturaleza de estos materiales repele y evita la formación de las bacterias, verdín, algas y moho.