Imprimir a la decoración de nuestra casa un sello artesanal es una propuesta que cada día tiene más seguidores. Incluida yo. Implica añadir al espacio doméstico el valor inconfundible de piezas, muebles y materiales hechos con métodos de fabricación ancestrales. Dar un aire artesanal a tu casa sin renunciar a su propio estilo. Una transformación muy sutil y enriquecedora. Te cuento cómo.
Los pequeños detalles decorativos son los más valiosos para comenzar a introducir sutiles toques artesanales en nuestras habitaciones. La idea es que añadan un guiño de nostalgia pero en pequeñas dosis. Una pátina de encanto y de querer recuperar el valor de lo handmade, en consonancia con el movimiento slow que cada vez se afianza más como todo un estilo de vida. Es decir, no hablamos de replantear la decoración. Sino de atreverse con pequeños giros irresistibles en sus resultados.
Un aire artesanal a tu casa con objetos que vuelven
En decoración siempre hay objetos y piezas que vuelven a ponerse de moda. Probablemente muchos de ellos tengan ese ADN que estamos buscando para nuestra misión. Y probablemente alguno incluso forme parte de tu vida, aunque ahora esté en el trastero o guardado en algún armario. O tal vez no, pero una salida rápida a un rastrillo o a una de tus direcciones favoritas y solucionado.
Por ejemplo, estoy pensando en cestos de fibras naturales vegetales. Y a la vez en vajillas o piezas de cerámica tradicional. Y, cómo no, en esos objetos de madera trabajada con un acabado y colorido tan auténticos. Dar un aire artesanal a tu casa te invita a rescatar esta gran familia de piezas para darlas un nuevo papel en la decoración de tus ambientes.
Las cestas, cajas y otros elementos auxiliares de fibras son un reclamo infalible para transmitir un look artesanal a cualquier rincón de la vivienda. En el baño o en la cocina, en el recibidor o en los dormitorios para crear zonas hogareñas y a la vez funcionales. Las más austeras suelen ser de esparto o de yute, y algo más elaboradas son las de mimbre. En cualquier caso, su imagen y su acabado trenzado proporcionan esa estética handmade que nos conecta con lo primigenio y original.
Damajuanas de vidrio o cerámica: la belleza de otra época
Lo confieso. Yo estoy enamorada de estas vasijas de vidrio de boca estrecha y anchísimas de cuerpo, como abombadas. Cuanto más grandes y más imperfectas más bellas. En su día las damajuanas, que también pueden ser de cerámica, básicamente se utilizaban para almacenar y eran fabricadas por maestros artesanos que aplicaban técnicas de vidrio soplado. Ahora, en la decoración actual, son capaces de añadir un aire de toda la vida de un modo desenfadado y cautivador a más no poder. El verde es su color más habitual, pero podemos encontrarlas en tonos rosados, ámbar, azul, etc.
Como piezas únicas, estas garrafas son fantásticas para exponerlas en rincones o esquinas, a ser posible con buena luz natural. Así su piel de vidrio y su color transparente se lucirá al máximo, mostrando numerosos matices cromáticos. Pero hay mil maneras de contemplarlas. También son excelentes compañeras para crear zonas vegetales sobre muebles, en ventanas, o directamente dispuestas en el suelo, en plan bodegón con modelos de varios tamaños. Las flores y las plantas de hoja grande, como los helechos, quedan especialmente bien. Al margen del lugar elegido, acaparan toda la atención.
Así de sencillo y sugerente puede ser dar un aire artesanal a tu casa. Por cierto, en ella los motivos vegetales frescos también pueden aportar un guiño tradicional muy acertado. Siempre y cuando te gusten las plantas. Lo verde tiene mucha fuerza en la decoración actual. Ayudan a recrear ambientes que apuestan por ese espíritu de vuelta a las raíces.
Textiles que provocan felicidad
Combinar confort y un look cien por cien handmade. La fórmula perfecta para seguir sumando detalles decorativas que te permitirán dar un aire artesanal a tu casa. Cierra los ojos y visualiza el suelo de tu salón o del dormitorio cubierto por una alfombra hecha a mano repleta de colores y figuras sugerentes inspiradas en países lejanos.
Así, tal cual, puedes reproducir esa sensación apostando por textiles que cumplen fielmente esta máxima. Como las alfombras Sukhi; feliz en nepalí. Te cuento algo más sobre ellas. Sus diseños de tejidos naturales están hechos a mano por artesanos tejedores procedentes de Nepal, India, Turquía y Marruecos. Elaboradas bajo un concepto totalmente sostenible, su filosofía es aportar grandes dosis de confort sin renunciar a la esencia de lo tradicional. No me digas que no son tentadoras. Además sus diseños son personalizados para que puedas disfrutar de una alfombra única, fiel a tu gusto. Y con el sello inconfundible del valor artesano.
Diseños de autor con alma ancestral
Hay muebles y diseños de objetos únicos que también pueden cumplir un papel ejemplar a la hora de dar un aire artesanal a tu casa. El motivo es sencillo: son piezas hechas hoy en día pero trabajadas mediante métodos artesanales que recuperan métodos de tiempos pasados. El resultado son diseños muy puros en sus formas, especialmente atractivos por la mirada atrás que reivindican. Desde bancos de madera con acabados naturales, a taburetes escultóricos, como tallados de un árbol. No los pierdas de vista.
El encanto irresistible del Tricot
Una última sugerencia para terminar. ¿Qué me dices de rodearte de accesorios y complementos tejidos por ti? Nada como una nota de Tricot en tus estancias preferidas. Una idea creativa y muy en boga para dar un aire artesanal a tu casa. La imagen y textura de tus creaciones tendrán ese valor añadido del trabajo hecho a mano. ¿Te animas con alguna de estas sugerencias?
Puedes leer la entrada original y completa en de la revista online Decoración 2.0.