Las alfombras son un elemento fundamental cuando se trata de aportar calidez a un espacio. Añaden confort y ponen una nota acogedora que nos gusta mucho, especialmente ahora que las temperaturas no hacen más que bajar. Y no solo eso, también son muy decorativas. Elige una alfombra artesanal o piensa en decorar tu casa con kilims y verás como el ambiente resulta más atractivo y especial.
La magia de decorar tu casa con kilims artesanales
En Turquía los kilims son un elemento imprescindible en cualquier casa. Allí las alfombras están íntimamente relacionadas con la vida familiar. Eran tejidas por las mujeres como parte de su dote al casarse. Después, la cantidad y la calidad de las alfombras definían el estatus y la situación social y económica de las familias.
Los diseños tradicionales de los kilims
Decorar tu casa con kilims significa poner una nota bohemia y étnica. Sus diseños se basan en figuras geométricas tradicionales. Los colores que se solían emplear desde siempre son el rojo, el azul, el amarillo y el marrón. Sin embargo, hoy se utiliza una paleta más amplia de colores.
Motivos para amar y desear un kilim
De hecho, los kilims se integran de maravilla en espacios minimalistas, a los que aportan color y una nota de personalidad. También encajan, aunque no te lo parezca, en espacios de aire nórdico, dominados por el color blanco y los tonos pastel.
Además, al ser alfombras sin pelo son más fáciles de limpiar y de mantener en perfecto estado, lo cual no deja de ser una ventaja. También son más económicas que otro tipo de alfombras artesanales.
Tips para decorar con kilims y acertar
Una idea es, por ejemplo, colocar dos o más kilims juntos. Resulta fácil porque los kilims suelen ser alfombras de pequeño tamaño. Coordínalas por el color, y no te preocupes si el tamaño o el diseño es diferente. Quedará genial.
También puedes utilizar varios kilims, poniendo unos sobre otros, lo que aporta calidez y confort al espacio.
Y, si pones uno solo, no lo pongas recto; resulta aburrido y previsible. Colócalo en diagonal, para sorprender un poco.
¿Dónde los pongo?
Por ejemplo, me encantan los kilims en las cocinas modernas. Crean un contraste muy atractivo con el mobiliario ultramoderno y los electrodomésticos de acero inoxidable. Y no vas a ponerlas justo delante de la encimera ni en la zona de trabajo (por razones obvias), pero puede resultar perfectos en la zona de office.
También puedes decorar con kilims tu salón, tu dormitorio o el recibidor. Será una pieza espacial que aporte carácter a cualquiera de los rincones de tu casa.
Puedes leer la entrada original y completa en de la revista online Decoración 2.0.