En un post anterior os conté como podíamos disfrutar de nuestros exteriores durante todo el día (aquí), pero hoy nos centramos en una mesa buffet que bien podría tratarse de una merienda informal, pero sirvió para celebrar un cumpleaños muy especial, que suerte nacer en verano y poder celebrarlo así, yo que soy de invierno, con lo que me gustan las fiestas, siempre lo hecho de menos.
Los niños te quitan mucho tiempo y este verano, con la llegada de Lucas ha sido un poco más duro, nuestro tiempo libre ha desaparecido y preparar esta mesa como me hubiera gustado no fue posible, así que traté de buscar elementos que no me complicaran mucho la existencia, y que dieran un buen resultado.
El entorno era de lo más agradable en este bonito jardín, lo cual ayuda mucho, si estas pensando en montar una mesa para una fiesta, recuerda que un buen emplazamiento para la mesa puede ayudarte mucho con la decoración.
El centro de mesa dividía la mesa de aperitivos en dos, así buscábamos un orden de simetría en la composición de la mesa. Unos tacos de madera de diferentes alturas hicieron de base a las velas y los jarroncitos con helechos.
Lo bueno de montar una mesa buffet, es que los invitados llegan a toda la comida y además pueden moverse con libertad para conversar con unos y con otros.
Y tú, ¿has aprovechado el jardín este verano?
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