Con la canícula estival apetece más que nada refrescarse, en el sentido corporal y en el cerebral también, y que mejor que unirlos si se puede. Al visitar la Exposición restrospectiva de la obra del fotógrafo estadounidense Duane Michals ambas realidades se aúnan. Podemos verla en la sala Fundación MAPFRE de Barcelona, en la Casa Garriga i Nogués, un emblemático edificio con diferentes estilos arquitectónicos como el rococó, el neoclasicismo y el modernismo con un espacio expositivo que cuenta con más de 2.700 m2. Solo pisar el lugar ya es una delicia en si misma. La exposición, con más de 270 fotografías, y comisariada por Enrica Viganó, se distribuye en etapas sucesivas que muestran las diferentes modalidades expresivas inventadas paulatinamente por el fotógrafo, así como las diferentes series realizadas sobre temas concretos a lo largo del tiempo.
Duane Michals es un poeta, un artista, un autodidacta y un prestigioso vanguardista norteamericano nacido en McKeesport, Pennsylvania, en el 1932. Estudió arte en la Universidad de Denver y diseño en Nueva York, y por mero gusto comenzó sus trabajos en 1958 durante unas vacaciones en la Unión Soviética retratando el pueblo ruso, y abriéndose paso a una dilatada carrera profesional en numerosas revistas. Influenciado por la pintura de Balthus, Magritte y De Chirico, está considerado como uno de los grandes renovadores del lenguaje fotográfico: “No me interesa la copia perfecta. Me interesa la idea perfecta. Las ideas perfectas sobreviven a las malas copias y las reproducciones baratas. Esto puede cambiar nuestras vidas”.
Utilizó secuencias fotográficas cinematográficas, incorporó textos a mano debajo de las imágenes, a veces con ironía y sentido del humor, otras con finura y profundidad. Como nos explican en la exposición “Duane Michals pretende fotografiar precisamente lo que no se puede ver. Para ello recurre al uso de medios de expresión no convencionales que le permiten explorar temas trascendentales como la muerte, el amor, la sexualidad, el paso del tiempo, el mundo de los sueños o la identidad”.
Con razón dijo: “Cuando observas mis fotografías estás observando mis pensamientos”.
A sus 84 años sigue siendo un contemporáneo en activo.
Sus últimos trabajos son fotografías en color en forma de abanico, inspiradas en la tradición popular japonesa del Ukiyo-e.
Hasta el 10 de Septiembre podemos hacer una escapada a la Casa Garriga i Nogués y admirar el trabajo de una vida. Duane Michals bien se merece nuestra atención, es un ejemplo de perseverancia, vocación y arte.
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