El nuevo rústico chic

Cuando atraviesas la puerta de este piso en la calle Piamonte, no parece que estemos en pleno barrio de Chueca en Madrid. Su propietario, nuestro amigo Carlos Ruiz_Castillo Calleja, saco a relucir en su reforma toda la construcción de los años 20, dejando elementos como las vigas de castaño o el ladrillo antiguo a la vista, dandole un carácter y una impronta al proyecto únicos. 



A Carlos le fascinaba la idea de recuperar materiales originales de derribo como puertas y ventanas y mezclarlos con piezas de mobiliario nórdico para darle ese aire de modernidad atemporal que tiene toda la casa. En seguida te sientes cómodo en ella. Con ese claro sabor a campo de su mesa y sillas de colegio, de la tienda The Point en el Rastro. Con esas lámparas diseñadas por él mismo,  a base de bombillas de filamento compradas en Oliva Iluminación…

Como esta pared que separa la cocina comedor abierto del salón con 2 balcones a la calle.

Era su primera reforma y deseaba hacerlo bien. Los genes familiares pesaban mucho y la responsabilidad de estar a la altura, de su madre Ana Calleja (La Continental) o su padre el pintor Carlos Ruiz_Castillo, eran importantes. Así que no escatimo nada el presupuesto y con la ayuda del estudio de arquitectura GPS, de su amigo Fernando Pancorbo, se puso manos a la obra para encontrar piezas que sobrevivieron a otro tiempo y darles una segunda oportunidad aquí.



Poco a poco fue encontrándolas. Primero aparecieron, gracias a Max de la empresa Re Derribos, ventanas y puertas, que sabiamente combinados con suelos de mármol y madera, confieren unos interiores serenos y acogedores. 



En el salón mucha obra gráfica herencia familiar y alguna pieza de autor como la fotografía  de Eduardo Marco, que preside el salón de la tienda Reno en el Rastro.



Mesilla de La Brocanterie  y lámpara de la Recova en el dormitorio.



En los baños todo el mobiliario fue hecho a medida por The Point y los Globos son de la Brocanterie.

Espejo recuperado de Portici

Al margen de las tendencias, es maravilloso sentir que recuperas algo que de otra forma se hubiera perdido. Sin duda, Carlos ha recuperado esta casa y lo ha hecho para que aguante otros 100 años mas. Bravo por el.