En la linde de un bosque se encuentra esta casa sueca que rezuma encanto, tanto en su exterior como en el interior. A su alrededor un sinfín de senderos para poder pasear, ir en bici o hacer footing. La casa, construida recientemente, tiene una terraza con suelo de listones de madera, donde con el buen tiempo, es posible disfrutar de unas maravillosas vistas.
Techos altos y ventanales a diferente nivel convierten el salón-comedor-cocina en un espacio luminoso
potenciado por la blancura de los techos y paredes, y por los suelos de madera clara.
El frente de la cocina con azulejos hidrúalicos capta la atención inmediatamente y el color se extiende hacia la encimera de la isla y la mesa de comedor.
Una acogedora zona de estar en lo alto de la escalera con textiles de la gama de los rosados complementan una decoración sobria y sencilla.
Publicado con permiso de fantasticfrank