Esas postales navideñas de antaño...

Todos tenemos imágenes de nuestra infancia en época navideña... Suelen ser recuerdos con mucho encanto, días de alegría, de ilusión y de disfrute. Una de nosotras recuerda a su querido abuelo paterno Leandro, guapo donde los hubiera a pesar de la edad, dando sus enormes manos, derecha e izquierda a sus dos nietas más pequeñas... O los días pasados en Ronda con la abuela materna Ana, y los tíos y primos que allí residían (y aún residen muchos). Creamos, con esos recuerdos, bonitas postales llenas de Amor en mayúsculas. Porque, al fin y al cabo, la belleza de la Navidad residen en vivir en familia. No solo la directa, sino la más amplia, la que, aunque no haya un contacto diario, siempre va a estar ahí cuando la necesitas. Aunque haya desavenencias, que es raro no haberlas, debemos intentar solventarlas. Y qué mejor momento que la llegada de Dios al mundo, para abrir nuestros corazones y encontrar una luz de esperanza, de fuerza y valentía para dar el primer paso. Seguro que el contrario lo acepta de buena gana... Lo sabemos de buena tinta...





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Deseamos que vuestros buenos recuerdos de las Pascuas sean tan agradables como los nuestros, y que los de ahora no lo sean menos... ¡Volvamos a las postales navideñas de antaño!