Creo que si tuviera que escoger la característica que más me gusta de la decoración escandinava sería sin duda los tonos neutros, aportan una tranquilidad muy necesaria para el hogar y sobre todo mucha luz. En este apartamento de un dormitorio se puede ver un claro ejemplo de lo que quiero transmitir. Si os fijáis tampoco tiene muchos elementos decorativos y no se ha recargado la decoración de las paredes más que con algún cuadro estratégicamente colocado y algún toque femenino en los tonos pastel de los detalles (aquí podéis ver otro apartamento que me encanta por su decoración femenina). ¿Vosotros sois más de tonos neutros o necesitáis colores vivos en casa?
Fuente: Planète Déco