Hoy es tu día. ¿Pensabas que iba a olvidarme? Es tu cumpleaños, tu aniversario. Lo sabemos todos, incluso los que siguen dormidos. Ni siquiera tenemos que apuntarlo en el calendario. Te esperábamos, si es que alguna vez te has ido, para festejarlo a tu manera. Porque contigo todo es distinto. Contigo no se cumplen años. Contigo se celebran te quieros. Contigo no se soplan velas. Se juntan labios. Contigo no se piden deseos. Se inventan besos. Razones. Promesas. Sin razones. Oportunidades. Ahoras. Siempres. Vía
Y yo me pregunto, ¿qué planes tienes para hoy? Imagino que estarás ocupado. Déjame adivinar. Ya sé. Estarás en una canción. En una estación. En una llamada. En unas flores. En un regalo sin envolver porque no ha habido tiempo. Estarás en un brindis. Escondido entre las sábanas, sin querer saber nada de la mañana. Estarás en los bombones más suaves y en los desayunos en la cama. En una ducha de agua caliente y dentro de las burbujas del jabón. En un perfume especial. Estarás en un balcón, con ellos, mientras miran el cielo. Estarás en una mirada. En las vitaminas del zumo de naranja que se pierden porque primero se toman los abrazos. En una novela, en una película, en el verso de aquel poema. Estarás en él o en ella. Estarás en una caricia bajo la mesa de aquel restaurante. En una declaración sin palabras. En una ola de cosquillas. En una sonrisa. En dos, en tres, en mil. Estarás en lo que se queda en la piel. En las cicatrices que vuelven a suspirar. En esa habitación en la que el silencio es de todo menos incómodo. Estarás en un beso, en el primero. Sí, todos los besos deberían ser como el primero.
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¿Verdad? Dime que sí. Dime que estarás en todos estos lugares, que saldrás de los escaparates. Dime que hoy será como el resto de los días y que mañana no cambiará nada. Prométeme que volverás a despertar la ciudad, a quitarle el prefijo a los imposibles y a inventar cosas sin explicación. Vuelve locas las mariposas, adelanta la primavera, abre todas las puertas. Inspira como tú sabes. Déjate querer. Pero sobre todo, dime que seguirás cumpliendo tu palabra. ¿Te acuerdas? Una vez me dijiste que tú siempre estarías porque en el fondo nunca te irías. Vía
Déjame pensar que todos los días son tu aniversario. O mejor aún, déjame confiar en ti porque sí. Porque tú, tú siempre estás. Por fuera y por dentro. En el corazón y en los huesos. No importa si más lejos que cerca. Contigo las distancias se quedan cortas. Contigo es cuestión de sentir. Figúrate, estás incluso para los que nunca se han enamorado y para los que lo han intentado mil veces sin lograrlo. Vale la pena intentarlo. Estás para los que te sueñan, te inventan, te piensan. Para todos. También para los que vuelven a creer en ti cuando lo habían dejado de hacer. Al final, se dan cuenta de que tú y el desamor sois distintos. A él ya le escribiré en otro momento porque hoy solo tengo palabras para ti, que estás en la vida. Solo hay que saber encontrarte. Por eso, hoy y siempre, de ti quiero enamorarme. Por eso y porque como dijo Karmelo Iribarren, eres un invento necesario. Feliz día, Amor