He aquí un apartamento de lo más auténtico. Su propietaria es Marte Schei, de 36 años y consultora de relaciones públicas afincada en Oslo. Marte es una amante de las piezas de diseño y de las obras de arte y su casa es un reflejo de sus inquietudes y de su personalidad alegre y vitalista.
En el amplio salón encontramos el clásico sofá de Florence Knoll, la mesa de latón negro de Jonathan Adler y sobre ella un plato de Tom Dixon. Me encanta la elección de los cojines, el de color oro es de Missoni, y los otros dos de terciopelo rosa y azul. El detalle que marca la diferencia son las bolas de discoteca que suspenden del techo y que también tienen su protagonismo en el rincón donde se encuentra la famosa Bubble Chair de Eero Aarnio, comprada hace muchos años por la propietaria y que la ha acompañado en todas sus mudanzas.
Imágenes: Femina
En la cocina cuelga un enorme retrato de Karl Lagerfeld, realizado por el artista Mr. Brainwash. En la zona de despacho, encontramos elementos que vale la pena resaltar. Por un lado, un espejo de marco amarillo que sirve de tablón de inspiración, una antigua máquina de caramelos y una pequeña colección de muñecos muy populares en Asia colocados junto a unos cuantos esmaltes de uñas. En el dormitorio, Marte adora sus zapatos así que decidió lucirlos colgándolos en una de las paredes, sobre una pieza de metracrilato.
Para mí esta casa es un claro ejemplo de que se puede ser atrevido y original y no morir en el intento.