Hay casas donde las plantas simplemente adoptan el papel de elementos decorativos, sin más. Se limitan a aportar ese toque de verde necesario en un interior. Pero luego hay otras casas donde las plantas ocupan un lugar de privilegio y son las auténticas protagonistas. Ese es el caso de la vivienda de Caleb y Tess y su hija Peaches, un apartamento frente al mar en la costa de Sidney.
Y entiéndase por lugar privilegiado, por ejemplo, un coqueto aparador de formica vintage, de color blanco y verde mint, y sobre de mármol, pieza estrella del salón que está inundado por una maravillosa luz natural.
Imágenes: Design Sponge
Precisamente fue la cantidad de luz que recibía la casa uno de los principales motivos para mudarse. El salón está abierto a un balcón donde se ha prescindido de cortinas, y tan sólo una discreta guirnalda de luces enmarca la abertura.
Los 3 elementos clave y que más gustan a su propietaria son, por este orden: las plantas, las revistas apiladas (están por todas partes) y la luz natural. En la mesa auxiliar que está al lado del sofá, tocando al balcón, se ven perfectamente reflejados. Coincidiría bastante con sus gustos a pesar de que yo invertiría el orden. Considero que la luz natural es lo más importante en una casa, aunque con este calor ahora mismo nos pasemos el día con las persianas bajadas y semi a oscuras… Pero volviendo al elemento principal y motivo por el cual he querido compartir esta vivienda, las plantas. Nunca he sido demasiado aficionada a la jardinería, las cosas como son, pero desde mi última mudanza no hago más que pasarme por un vivero que tengo cerca de casa, y rara vez me marcho con las manos vacías. Ahora me ha dado por las sansevierias, perfectas para interior y que necesitan poco riego. La pregunta es, ¿acabaré convirtiendo mi casa en una jungla? ¿o superaré esta extraña adicción?