Se acabaron las vacaciones, así que volvemos al trabajo, volvemos a Madrid y volvemos al blog :-). Aunque confieso que con la cabeza todavía en los días que pasamos entre Vigo y Lisboa... Y es que la vuelta a la meseta a veces se hace dura...
Hoy os cuento un (DIY??) más bien un proyecto de cambio de decoración. Y es que nuestro piso de Vigo sigue siendo oficialmente "nuestra casa" y había reformas que quedaron pendientes con la mudanza a Madrid y que ya tocaba retomar, al menos para ir preparándolo para la vuelta (sea cuando sea esa vuelta, claro). En fin, que yo soy un desastre para las reformas, pero hay una cosa que nunca me ha dado miedo y que es la forma más rápida, económica y efectiva de cambiar la decoración: pintar.
Y sí, este verano además de la playa, las lecturas, las comidas pantagruélica gallegas y todas las reuniones con familia y amigos, he conseguido sacar un par de tardes para cambiar esta habitación y así ir poco a poco consiguiendo un estilo más nórdico en el piso de Vigo.
En parte porque "necesitaba" un cambio, en parte porque después del viaje a Copenhague necesito más luz y más blanco en mi vida y en parte porque nuestro piso de Madrid ya es tan blanco que nos hemos acostumbrado a paredes más discretas. Ya lo comentaba con Verónica (Iverina) delante de un café en la terraza de biblioteca nacional de Dinamarca, que después de tanto blanco es difícil vivir con colorinchos :-) y si los escandinavos consiguen multiplicar la luz, los gallegos también podemos!!
Así que el azul que veis en las primeras fotos y que tanto me gustó en su momento (y que me sigue gustando, ojo, que si no ya lo hubiese cambiado antes) ya había cumplido su misión y aprovechando que las paredes necesitaban (esto sí es literal) un poco de pintura, hemos hecho un Hilary and David y este es el resultado.
En un par de tardes la habitación se ha ido llenado de luz sin dejar de resultar acogedora. A los que os de pereza pintar, os diré que no tiene ningún misterio, es apto para los torpes más torpes; el único secreto es no ser cutre con la pintura y que las paredes estés limpias; y si eliges una buena pintura al agua que seque rápido te llevará más tiempo encintar y apartar los muebles que pintar :-)
En este caso, le di un par de vueltas al catálogo de Pinturas Jotun, que son las pinturas que siempre hemos usado, primero un poco por casualidad porque la tienda estaba cerca de casa y después porque el dependiente de la tienda de Vigo tenía la capacidad no sólo asesorarme sino de envalentonarme con mis proyectos más locos (como lacar toda una estantería inmensa de pladur yo solita..), no sé si sigue allí trabajando, pero de verdad que os lo recomiendo, es fantástico. Desde el primer día que entré por la puerta con un pequeño cartel para la habitación de mi (por entonces todavía futura hija) y le dije que necesitaba exactamente el mismo tono de azul del cartel para la pared de la habitación y salí de allí feliz con exactamente el mismo tono de azul, supe que esa tienda me daría mucho juego.
Así que cuando me enviaron su nuevo catálogo de interiores ya ni tuve que buscar un cartel, ni un retal de tela, para conseguir el color que estaba buscando, lo tenía clarísimo, washed linen y classic white eran perfectos para conseguir "nordificar" la habitación.
Así que un par de manos después (en el caso de la pared gris del cabecero y del vestidor) y alguna más para el resto (tapar azul con blanco, no es igual de fácil) conseguí el aspecto que estáis viendo.
Tenía algo de miedo con los muebles de madera, en general en Madrid hemos combinado paredes blancas con muebles blancos, pero evidentemente mi cama se tenía que quedar :-). y aunque siempre me ha gustado la combinación de ese tipo de madera con el azul, tenía mis dudas con el blanco. Pero no, está claro que la madera y el blanco encajan con todo :-)
Y para conseguir que tener más luz, me basé en algunas las claves del diseño nórdico que os había comentado ya en este post:
Pocos muebles y muy escogidos: Doy fe que esta cama y yo tuvimos un flechazo de los buenos :-)
Suelos de madera: Afortunadamente el suelo ya estaba instalado :-)
Ventanas amplias poco vestidas: Hemos dicho adiós a mis cortinones marrones. Ay, cómo me gustaban esas cortinas, pero ahora necesitaba aligerar la ventana, así que hemos dejado sólo los visillos y demás aproveché ampliar la bastilla y así alargarlos para que descansen en el suelo y se muevan con el viento, todo muy Hygge :-)
Paredes y tapicerías blancas: en este caso gris y blancas porque no me he atrevido con el total white. Las paredes son los tonos washed linen y classic white de Jotun y la funda nórdica y cojines son de Zara Home (benditas rebajas...)
Sencillez, espacios cero recargados: no es que fuese una habitación recargada, pero le hemos dado una vuelta más, dejando sólo cosas prácticas y esos objetos que te hacen feliz (fotos, un cuadro con historia, la caja con forma de sombrero que compré en la tienda más bonita que había en Vigo, Zen y Cia, las cajas donde guardo anillos y cinturones y que fueron en realidad las cajas de Oro, Mirra e Incienso en una cabalgata...)
Y ahora entenderéis porqué me está costando tanto la vuelta a Madrid :-), llamadme morriñosa pero, muero por pasar las tardes de temporal tomando té y leyendo un libro junto a esa ventana... porque sí, aunque parezca mentira hasta los temporales se pueden echar de menos :-)