Inicialmente queríamos poner el inodoro en este rincón (debajo de la ventana) para que el espejo pudiera quedar de frente, pero la distribución entonces debajo muy poco espacio para la zona de la pica, así que finalmente nos decantamos por poner el espejo a un lado. Al principio parecía extraño pero ahora que nos hemos acostumbrado lo vemos fenomenal. La pieza de la pica es la más especial de la estancia, y la idea la sacamos de la casa rosa de Helena trigo.
Los enchufes de madera igual que en el resto de la casa son de Fontini y el frasco de cristal para el jabón de Botikarium.
La zona de la ducha era la más complicada, ya que era pequeña pero a la vez teníamos que protegerla para evitar que se nos inundará el aseo cada vez que la usáramos. Al final, la mejor opción fue coger este tipo de mampara fija con una pequeña puerta móvil que nos permitiera controlar un poco el agua. La grifería negra también es de The Bath Point. En la obra añadimos una pequeña ventana que nos sirvió como repisa para dejar jabones.
Y por último la pieza del inodoro, nos decantamos por el modelo Meridian de la marca Roca. A modo de escobilla, cogí una jarra típica de Ikea que habíamos tenido en mil y un lugares desde la primer vez que nos mudamos y que ahora tiene un nuevo uso. El cesto para el papel de wc es de Westwing y el accesorio para colgarlos de Ferm living.
Y por último, las baldosas que usamos para las paredes son el modelo Sevilla White de Porcelanosa, un acierto seguro si estáis reformando un baño. Yo si algún día consigo reformar los de casa creo que me decantaré por hacer un baño rosa con estas mismas baldosas. En el suelo, nos decantamos por una baldosas hidráulicas de Pamesa, en concreto el modelo de art seurat. Y ahora sí, creo que no me dejo nada. Si os ha gustado o sabéis de alguien a quien pueda interesar no os olvidéis de compartir. Ahora ya sabéis como sacar el máximo partido a los aseos más pequeños