La miscelánea de muebles familiares del siglo XX, con piezas actuales y reinventadas de Maisons du Monde, Ikea o de tiendas locales, crea una decoración basada en la practicidad y el minimalismo, acentuado por llamativas y vibrantes notas de color.
“A cada una de las habitaciones quería dar un ambiente práctico, simple, acogedor y aprovechar el mobiliario que tenía”, explica la propietaria y encargada de la reforma y de la obra, Mayte Orusco. En la reforma se supo potenciar el carácter de la vivienda sacando provecho a las vigas y abriendo el espacio mediante un altillo, que funciona perfectamente como zona de descanso.
La zona social, en concepto abierto, se integra y compone de una cocina completa con mesa de comedor y un salón recogido, práctico y muy coqueto. El baño, espacioso y con personalidad, combina el amarillo y las tonalidades grises, lo que confiere al espacio un toque industrial que realza su potencial. En el salón y en la cocina se opta por la gama de colores grisáceos, los electrodomésticos en acero y el mobiliario con predominio del blanco y la madera. Los acentos de color los ponen los cojines, las plantas o el menaje de cocina.
En el altillo se ubica la zona de dormitorio y un armario doble. Gracias a los grandes ventanales y al estar el espacio abierto en doble altura, la luz rebota en todos los paramentos verticales, reflejando y dando luminosidad y calidez a todo el interior.
*Podéis reservar a través de hola@casaprudencia.com
¡Feliz día a todos!
vía AD
Fotos: Lupe Clemente