A continuación, vamos a analizar algunos de los juegos educativos que son llevados a la práctica tanto por profesionales en terapias de este tipo como por profesores en las escuelas:
Carcassonne junior.
Juego recomendado para niños mayores de 4 años y que interpreta la tradición francesa de dejar sueltos a los animales de granja en su festividad del 14 de julio: Día Nacional de Francia.
En el juego de Carcassonne Junior, Los niños deberán colocar por turnos las piezas de terreno que irán uniéndose a las ya puestas sobre la mesa. Cuando un camino sea completado, los niños podrán ir colocando las figuras de los muñecos.
Juego educativo pensado para trabajar el razonamiento lógico en los niños. El juego consiste en cruzar los animales a través del tablero, pero con el inconveniente de que el animal que pongamos, tiene que ser de la misma especie o mismo color que el anterior. Asegurar los pasos mediante un razonamiento será una de las dificultades de este juego tan divertido.
Catapulta de sacos.
Uno de los juegos más vendidos es el de catapulta de sacos. Un tablero con un lado más corto que el otro a modo de catapulta para lanzar sacos hacia arriba mediante el salto de los niños. Una vez que lanzamos el saco por las nubes, debemos conseguir atraparlo al vuelo. Gracias a este juego, el niño trabaja la localización y la coordinación visuomotora.
Estos son algunos de los ejemplos más relevantes que podemos encontrar. Cada uno de ellos sirve a modo de ejemplo de desarrollos que podemos apoyar en nuestros niños gracias a los juegos educativos.
Una buena detección de los problemas que puedan surgir en el crecimiento de los niños es vital para elegir la terapia más conveniente para ellos. Si a esto, le añades una terapia divertida, el resultado será lo más favorable posible.
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