Podéis ver mi visita al pabellón de 2013 de Sou Fujimoto aquí.
Este año es el turno del estudio BIG (Bjarke Ingels), que partiendo de la sencilla idea del muro y del módulo más sencillo que pueda existir (una caja), ha creado ésto:
Parece una montaña desde el exterior y desde dentro un cañón, pero lo curioso e interesante es que se ha conseguido, por repetición, colocando el mismo módulo sobre otro, desplazándolo hacia delante o hacia atrás... maravillas de la geometría.
Como véis en esta imagen, el sistema constructivo, tampoco es nada del otro mundo: bloques de fibra de vídrio unidos por pletinas que los atornillan los unos a los otros...
El modo en que se ha construido además, permite, que según se mire, el pabellón sea opaco o permite ver a través de él, distorsionando lo que se ve. Me gusta esa idea de que es cambiante es cada punto desde el cual se mire, me parece una idea preciosa y a la vez muy sencilla y poética.
Sencillamente (y nunca mejor dicho) espectacular, porque de lo pequeño puede surgir algo muy grande, y ya véis el poder de una simple "caja" entendida como módulo para conseguir levantar una estructura como ésta. Pura filosofía hecha construcción.
Ya sabéis, si estáis por Londres este verano, no os podéis perder el pabellón de la Serpentine Gallery!
Feliz día
Mil besos
Mónica t.
***fuente Dezeen