Uno de mis colores favoritos por no decir “el color” es el gris, desde los más claros hasta los más oscuros.
En decoración, para vestir… es un color que siempre me acompaña y el resultado de espacios grises para mi siempre es un acierto.
Así que cuando vi la casa de hoy no lo dudé tenía que enseñárosla. Blanco, negro y gris visten esta bonita casa de líneas limpias y acabados elegantes.
Pocos muebles, grandes ventanales, puertas de cristal, láminas en blanco y negro y mucha armonía, una combinación explosiva y difícil de conseguir cuando todas las estancias siguen una misma sintonía.
La madera es otro elemento clave y se deja notar. Las sillas Eames un clásico del diseño acompañan a una espectacular mesa de comedor, una mesa de grandes dimensiones, hecha con vigas de roble viejo y con una estructura de acero en blanco.
Como su propia creadora dice su estilo es minimalismo escandinavo y cuenta que se ha inspirado en Instagram!
Espero que os guste tanto como a mí!
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