El paso del tiempo conserva piezas de auténtico valor en nuestras vidas y nos llena de momentos especiales. Recuerdo "el primer cajón de la cómoda", y ¿por qué?, pues es el lugar dónde estaban guardadas las monedas, que todos los domingos después de la comida, la abuela me regalaba.
Además de ser un mueble elegante y bonito tiene otra ventaja, es de gran capacidad y sus cajones son anchos y hondos, por lo que nos ayudarán a guardar lo mucho que tenemos ahora. Es un mueble de toda la vida, que persiste en el tiempo, de alta labor artesana y de buena madera, posiblemente aunque no lo sepamos, es el mejor mueble que tenemos en nuestra casa. Quién no ha oído hablar de que "lo de antes está mejor hecho que lo de ahora". La verdad es que, muchas gracias a esos pocos artesanos ebanistas, que trabajan la madera con manos de artista y que hoy son una garantía para aprender un oficio.
Exhibirlas en nuestras casas es la oportunidad que nos brinda el estilo vintage, que ahora está tan de moda, tenemos la posibilidad de rescatarlas, restaurarlas, recuperar su color, cambiar los viejos tiradores y no perdernos ese olor a madera tan peculiar. Aprovechar y conseguiréis mostrar a vuestros invitados un recuerdo, una antigüedad, un vintage... La habitación, la entrada o una zona de paso, puede ser el lugar perfecto. Hay que mostrarla a las nuevas generaciones que posiblemente no hayan tenido la ocasión de ver.
Además os dejo con un consejo: no olvidéis tener ordenada la ropa en los cajones porque da sensación de bienestar y tranquilidad a las personas, es pura psicología emocional.
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