Ahora que empieza a hacer frío, apetece sofá, manta y Divinity Home.
No me canso de ver todos los programas de decoración que hacen: Tu casa a juicio (EEUU y Vancouver), La casa de tus sueños… Pero uno de mis favoritos es el de los gemelos Scott: Vender para comprar. Me gusta porque da consejos reales y asequibles para hacer tu casa más bonita, y también porque aplica la técnica del HOME STAGING, muy popular en Estados Unidos y que consiste en realizar una pequeña inversión en la vivienda para venderla más rápidamente y obtener mayores beneficios. Esta técnica se suele ofrecer a clientes que necesitan comprar otra vivienda porque la que tienen ya no satisface sus necesidades y, por tanto, pueden invertir algo de dinero en la actual. Los cambios son espectaculares y también se puede aplicar para alquileres.
Dicen que una persona decide que va a comprar una vivienda en los primeros 90 segundos, así que la primera impresión es súper importante. Aunque hay que confiar en los profesionales, estos son algunos consejos para vender más rápido y mejor:
Lo vintage está de moda, pero no lo viejo, así que olvídate de los recuerdos de comunión que guardaba tu abuela y elimina de la vista todos los “trastitos”. También los objetos personales como fotografías, para que el futuro comprador no se sienta un intruso.
Hay gente que considera que vaciar la vivienda es algo positivo, pero dificulta imaginarse al comprador cual sería la distribución adecuada. Aunque tampoco es plan de saturar el espacio con muebles. Hay que poner lo mínimo y bien distribuido, para que realce las buenas características de la estancia.
Si al quitar muebles descubres su silueta en las paredes o los agujeros de los cuadros, invierte un poco de tiempo en pintar con colores neutros. Unos bonitos complementos de colores (cojines, flores…) harán el resto.
Si los muebles que dispones están muy anticuados, existen tiendas tipo Ikea que por un módico precio y tiempo para montarlos, consigues muy buenos resultados si lo que quieres es alquilar la vivienda. También hay empresas que se dedican a alquilar muebles y decoración actual, o incluso que simulan el mobiliario utilizando cajas de cartón.
También puedes invertir en una buena decoración que posteriormente podrás llevarte a tu nueva vivienda.
Tanto en la vida de uno mismo, como al vender una casa, el orden es fundamental. Tenlo todo recogido y coloca un ambientador con perfume floral suave, para transmitir buenas vibraciones!
Si el cuarto de baño no es demasiado viejo, bastará con tenerlo limpio y ordenado (y arreglar el grifo que gotea). Colocad unas bonitas y coloridas toallas y un jarrón con flores sobre la encimera. Para eliminar los olores a desagüe, nada como un “chorritón” de lejía en el WC y, por favor, cerrad la tapa! No hay nada que odie más que ver las fotos de una casa que se vende, con la tapa del inodoro abierta… Los detalles son muy importantes para llamar la atención del comprador.
Si los azulejos de la cocina o el baño son muy feos, no te voy a decir que los cambies, pero con una mano de esmalte especial para este tipo de estancias, te sorprenderá el cambio que da! Para el suelo, el vinílico es la mejor opción. Rápido, bonito y resistente.
Y qué decir de los muebles de la cocina. Espectacular el cambio que dan con una mano de pintura!
Hay que potenciar la luminosidad. Así que persianas arriba! y cortinas claritas que dejen pasar la luz. Si la visita se realiza en días nublados o en horas que no hay mucha luz, lo ideal es dejar dadas todas las luces de la casa y quitar el automático. Así nada mas entrar se iluminará toda la casa y no tendréis que estar pendientes si habéis apagado o encendido alguna. Si es necesario se colocará más de una lámpara por habitación.
Volviendo a los programas de televisión que te pueden dar muy buenas ideas, en la versión española, actualmente tenemos Decogarden y el clásico Bricomanía en Nova. Como novedad ha salido el programa de Ikea (“Escuela e decoración”) en la Sexta, en el que decoran una estancia exclusivamente con productos de esta marca.
Os deseo una venta rápida!
Fuente: este post proviene de El mirador de Laura, donde puedes consultar el contenido original.
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