Toda la casa inspira tranquilidad y espíritu bohemio. Está decorada con piezas muy pensadas y también con reliquias que su dueña adquiere en viajes. Sin nada de excesos y con muy buen gusto, el conjunto tiene un efecto balsámico que te invita a entrar y relajarte. Los textiles étnicos (que son muchos y yo me los quedaba todos) se mezclan con madera, tonos dorados y mucha vegetación. No me importaría nada pasar el rato en esa terraza, utilizar esa mesa del exterior para comer, o despertarme en ese dormitorio sencillo pero tan llamativo a la vez… Ya me diréis qué opináis vosotros!
Vía Lili In Wonderland
Este artículo es original del blog Decorar Mi Casa