Para combatir el calor del verano, nada mejor que disfrutar de un baño en compañía de familiares o amigos. Sin embargo, entre los adeptos a las piscinas tradicionales que huyen de las tumultuosas playas y piscinas públicas cada vez tiene más protagonismo una alternativa: las piscinas desmontables, que se pueden montar y desmontar en espacios privados y que permiten disfrutar de un baño con muchas más comodidades.
Aunque por cuestiones de tamaño y de montaje es una opción que todavía despierta ciertas dudas entre algunos usuarios, contar con una piscina desmontable presenta una serie de ventajas que todo aficionado a las piscinas particulares debería conocer.
Son fáciles de limpiar y las labores de mantenimiento no son nada costosas
Una de las principales diferencias que presenta una piscina tradicional con una desmontable es su tamaño, y ese mero hecho ya tiene de por sí una ventaja: simplifica enormemente las labores de limpieza y mantenimiento. Al disponer de una menor superficie, cuesta menos tiempo retirar la suciedad del agua y es una de las mejores opciones para quien no quiera estar invirtiendo parte de su tiempo constantemente en retirar los restos de hojas e insectos que hay sobre el agua.Además, al ser desmontable, la limpieza de su superficie resulta mucho más fácil de ejecutar, pudiendo proceder a la retirada de los residuos adheridos por separado y pudiendo centrarse en piezas específicas, algo imposible de conseguir en una piscina tradicional.
Truco deco: puedes cubrir tu piscina desmontable para darle un toque tropical y chic
La durabilidad de las piscinas desmontables, uno de sus puntos fuertes
No es que una piscina de obra dure menos, pero sí es cierto que existen muchos más factores que pueden comprometer su vida útil. Por ejemplo, los movimientos de tierra o la exposición a la intemperie pueden deteriorar la piscina y sus azulejos, algo que se puede evitar de manera sencilla con una piscina desmontable.Además, las piscinas desmontables que cuentan con elementos de acero se encuentran entre las más resistentes y duraderas de su segmento gracias al refuerzo con el que cuentan sus piezas, por lo que no hay nada que temer en este sentido. Y, como no resulta tan costoso mantenerlas en un estado óptimo, resulta más sencillo prolongar su vida útil.
La relación calidad/precio es mejor que en ninguna otra
Una piscina de obra puede que te permita olvidarte del montaje y desmontaje, pero a cambio requiere de una notable inversión previa para poder contar con una. Y eso por no hablar de los elevados costes de mantenimiento asociados que en las piscinas desmontables no tienen cabida.Todo ello hace que una piscina desmontable sea la opción más económica para quien quiera disfrutar de una piscina con todas las letras sin tener que desembolsar una gran cantidad de dinero.
Variedad de tamaños y excelente adecuación al espacio
Encontrar el sitio ideal para una piscina desmontable resulta mucho más sencillo que para una de obra, aunque es cierto que hay que tener ciertas precauciones para evitar derrumbes por un excesivo peso.Sin embargo, es mucho más fácil encontrar una piscina del tamaño ideal si es desmontable que si es de obra, ya que en estas últimas existen factores ajenos al propietario que pueden modificar su tamaño o su disposición, como ciertos límites en la profundidad de la tierra para construir.
Además, las piscinas desmontables de acero son una gran alternativa para quienes quieran disponer siempre de una piscina adecuada a su espacio sin que resulte invasiva. La enorme oferta de tamaños que existe en el mercado actualmente es otra baza a su favor que puede inclinar la balanza para terminar de decidir el instalar este tipo de piscina.
Las piscinas desmontables no necesitan obra para ser instaladas
La parte más engorrosa de contar con una piscina de obra es precisamente esa, la que implica el tener que levantar el suelo y hacer obras sobre el terreno. Además, los factores que existen y que pueden comprometer la estructura de la piscina en función del comportamiento del terreno son variados y no siempre tienen fácil solución.En cambio, este problema no existe en una piscina desmontable. Solo hace falta tener la certeza de que la ésta puede ubicarse en un terreno apropiado (nada de terrazas ni azoteas: el peso del agua provoca derrumbes en estas estructuras) para poder disfrutar del baño sin tener que hacer obra de ninguna clase: solo hace falta dedicar un poco de tiempo a montarla.
La calidad y resistencia de sus materiales
Durante mucho tiempo las piscinas desmontables han transmitido la sensación de fragilidad, de ser una opción de segunda. Sin embargo, la sofisticación de estos productos y el incremento de calidad que han ido experimentando los elementos y los materiales que las conformaban han hecho que estas piscinas presenten a día de hoy unos acabados de gran calidad.De hecho, las piscinas desmontables de acero son una excelente opción que garantiza disponer de una piscina resistente y de larga duración, capaz de proporcionar un espacio para el baño ideal y fabricada con materiales de primera calidad.
Esto es especialmente importante para aquellas familias que quieran disponer de una piscina resistente para los pequeños de la casa, capaz de ser a la vez su espacio de juegos favorito durante el verano. Esta resistencia garantiza, además, su traslado de una manera segura al poder mover las piezas que la conforman sin riesgo de que sufran cualquier tipo de daño durante el viaje.
Permite vigilar mejor a los niños
Que los niños disfrutan enormemente de las piscinas en los meses de más calor durante el verano no es un secreto. Por eso, la reducción de tamaño que presentan estas piscinas en comparación con las de obra, hacen que las piscinas desmontables sean una opción excelente para aquellos padres que pretenden mejorar sus labores de vigilancia cuando los peques de la casa están disfrutando del baño.Recordemos que siempre es recomendable, por seguridad, que aquellos niños que no sepan nadar cuenten con pequeños flotadores o manguitos que les ayuden a mantenerse a flote. No obstante, nunca está de más echar un vistazo desde la distancia para asegurarse de que el peque se encuentra perfectamente en el agua y en este sentido las piscinas desmontables lo ponen mucho más fácil.