La legislación española impide utilizarlas más allá de ferias y eventos celebrados en recintos cerrados. De modo que conviene plantearse este modelo de negocio como una vuelta de tuerca a las casetas y kioscos tradicionales.
Habitáculo personalizado
Tomaremos como ejemplo el último trabajo realizado por Serisan en el Reino Unido, una heladería food truck hecha a medida. Todas las marcas buscan diferenciarse de sus competidores, pero sin alejarse mucho de los modelos consolidados de éxito. En el caso que nos compete, tradicionalmente hubo dos formas de ofrecer un refrigerio. Bien sea en un local estable o motorizado.
El establecimiento cuenta con mejores instalaciones y variedad de servicios, pero las leyes de la física juegan en su contra. La distancia que lo separa de los lugares de ocio impide disfrutar del helado en estado sólido. Por su parte, las heladerías montadas en torno a una furgoneta salvan el hándicap de la distancia, pero su catálogo de productos es limitado y la exposición de los mismos muy rudimentaria.
heladería food truck = ampliar servicios
Adaptarse a la fisionomía de un vehículo implica grandes restricciones respecto a la personalización de un habitáculo creado desde cero. Ya sea remolcado o transportado en un camión, aumenta el potencial para trabajar su espaciosidad y estética exterior.
En lo referente al interior, resulta vital ganar espacio para el almacenaje, dado que así incrementamos el número de servicios ofertados. La prioridad es la adecuación del espacio al mobiliario, electrodomésticos y expositores.
La heladería food truck ofrece lo que se conoce como productos de baja implicación, donde la acción de comprar se guía por impulsos. A esto se une la desinhibición propia de un cliente que está disfrutando su tiempo libre. Por tanto, la exhibición del producto y las acciones de PLV (publicidad en el lugar de venta), representan un componente de vital importancia en la decisión de compra.
Resistencia y originalidad
La personalización exterior de una furgoneta está condicionada al vinilo. Sin embargo, la estructura remolcada de una heladería food truck está revestida por una mezcla de aluminio y polietileno, materiales versátiles y resistentes. Para que se familiarice con la durabilidad de estos componentes, piense en las placas instaladas junto a los garajes con la información de VADO permanente.
La venta o alquiler de un furgón implica recurrir a un precio bastante elevado, pero esta alternativa permite echar a volar la imaginación, pues se trata de un material económico. Este aspecto resulta primordial para evitar coaccionar la originalidad que caracteriza a la food truck. No olvidemos que la singularidad es la principal diferencia con las casetas o kioscos estáticos tradicionales.
En definitiva, se trata de aprovechar el reclamo de una foodtruck, sin renunciar a la funcionalidad de las casetas.
.