La importancia de un buen descanso
La media de horas de descanso para un niño es de 8 horas. Desde el nacimiento hasta los 3 – 4 años los niños duermen alrededor de 12 horas y resulta recomendable mantener la siesta después de la comida.
Desde este momento hasta los 14 años el tiempo necesario de descanso diario decrece hasta situarse en torno a las 9 horas diarias. Un correcto descanso ayuda no sólo a recuperar la energía perdida durante el día, sino también a favorecer un crecimiento y desarrollo adecuado.
El colchón de cuna y su contribución al desarrollo de los niños
Una persona pasa un tercio de su vida durmiendo. En el caso de los niños, pasan durante los primeros años el 40% de su vida diaria sobre el colchón. Por tanto, la elección del colchón de cuna se plantea como una tarea importante y complicada.
Es importante elegir uno que encaje correctamente en la cuna y de una dureza media para que se adapte bien a la postura corporal. Existen multitud de modelos fabricados con distintos materiales, sin embargo se aconseja el uso de materiales transpirables e hipo alergénicos tanto en la ropa de cama como en el propio colchón de cuna.
Cómo crear un buen ambiente de descanso
Durante los dos o tres primeros años, los niños duermen muchas horas pero de manera interrumpida. Con el paso del tiempo los intervalos se hacen más largos pero su frecuencia disminuye.
Para asegurar un buen descanso se debe evitar el ruido, mantener una correcta hidratación, cenar pronto para hacer mejor la digestión, etc. Otros hábitos que ayudan a los niños a relajarse y a conciliar el sueño pueden ser los baños antes de dormir o la lectura de un cuento en la cama.
¿Qué trucos sigues tú para ayudar a los peques a conciliar el sueño? ¡Cuéntanos!