Los suelos cerámicos
La cerámica es, por su resistencia, una de las opciones más habituales a la hora de vestir el hogar. Sus principales ventajas son que requieren un cuidado mínimo y que son fáciles de instalar. Deben ser resistentes a la erosión, ya que es frecuente que las piedras que se quedan en los zapatos puedan deteriorar la calidad de las losetas. La resistencia química es uno de los factores a tener en cuenta a la hora de comprar baldosas de suelo cerámico: la capacidad de soportar la acción de ciertas sustancias químicas permitirá que el suelo resista los productos de limpieza más abrasivos. Por otra parte, ésta se mide por el índice MOSH, que va del uno al diez. La resistencia al rayado debe ser como mínimo de cinco.Una vez que se ha tenido en cuenta la capacidad de resistencia, es importante tener presente dónde se va a colocar, para así poder decidir el color más adecuado, la calidad de las baldosas o si se opta por colocar un suelo más resistente a climas complicados. Por ejemplo, no se debe instalar una misma cerámica en el salón que en la cocina, ya que los cambios de temperatura , la humedad o el agua pueden estropear el suelo. Hay que contemplar la porosidad, la absorción del agua y la resistencia a las heladas antes de por un tipo de cerámica concreta.
Para la terraza son muy comunes los pavimentos extrusionados. Este tipo de suelo cerámico aguanta las heladas, lluvias, nieve y granizo, gracias a su mayor resistencia y a que tiene un mayor grosor. Suelen tener tonos muy acordes con los exteriores como colores marrones u ocres, que consiguen dar a terrazas, patios y porches un aspecto rústico y acogedor.
Los suelos de gres
El suelo de gres está compuesto de una base cerámica de pasta roja o blanca sobre la que se hace el diseño de la baldosa. El esmalte consigue darle una apariencia distinguida y elegante. En el mercado existen muchos diseños adaptados a todos los gustos y bolsillos, los precios oscilan desde los siete hasta los treinta euros por metro cuadrado.El gres porcelánico es una nueva variedad de este tipo de suelo que se distingue del gres tradicional en que no está compuesto de dos materiales (pasta y esmalte), sino que sólo tiene un material, natural o pulido, que es más resistente a la abrasión y al rayado. En este caso, el precio alcanza aproximadamente los veinte euros por metro cuadrado.
Los suelos de madera
Este tipo de suelo es, por su calidez y belleza, uno de los más frecuentes en las casas españolas, sin embargo, es más complicado en su instalación, requiere cuidados frecuentes y suele ser más caro que la cerámica. Por otra parte, la madera tiene en la durabilidad una gran ventaja, así como su capacidad aislante.El parquet es el suelo de madera por excelencia. Está formado por láminas de madera que hay que pegar directamente al cemento del suelo (bien nivelado) con cola de carpintero. La dificultad en su instalación hace que el parquet esté dejando de ser utilizado: necesita que la casa esté completamente vacía para alisar el pavimento, pegar las tablillas y barnizarlo. Además, el fuerte olor del barniz hace que sea nocivo recién aplicado a la madera, así que hay que pasar unos días fuera de la vivienda.
El parquet, como el resto de los suelos de madera, requiere cuidados especiales. Si el suelo tiene que aguantar mucho trasiego habrá que lijarlo y barnizarlo cada cinco años. Todo depende de lo perjudicado que esté, ya que hay hogares que con un lijado cada ocho años tienen suficiente.
Imágenes: Facilisimo.com y Venatto