Era una vieja casa de madera destartalada que fue construida en el siglo XIX. Gracias a una rehabilitación formidable que tuvo como primer requisito no traicionar la esencia del edificio, hoy es un refugio de montaña espectacular. Una casa en los Alpes franceses perfecta para pasar unos días en la nieve.
Tanto la rehabilitación del edificio como la decoración de los interiores fueron obra del decorador belga Lionel Jadot, quien supo desde el principio que debía mantenerse fiel a la auténtica esencia de la casa. Así, empleó la misma madera con que se construían las casas de la zona, muchas veces reutilizándola, y recicló también otros materiales.
El resultado salta a la vista: una casa revestida por completo de madera, en la que los espacios son diáfanos y ligeros, y grandes ventanales conectan los interiores con los maravillosos paisajes alpinos.
Una casa en los Alpes franceses que recuerda a un loft
El gran espacio protagonista de este refugio invernal es, sin duda, el amplísimo salón conectado con la cocina. Los techos altos, las diferentes zonas que conviven en el mismo espacio amplio y desahogado, abierto al exterior a través de grandes ventanas… Todas estas cosas evocan la esencia de los grandes lofts.
La madera es el material estrella que reviste suelos, techos y paredes. Lo que más me gusta de la forma en que se ha utilizado este material noble y bello es la apariencia rústica de madera reciclada que poseen los ambientes, como si hubiera sido rescatada de un derribo. Las tablas muestran un acabado irregular, cada una con unas medidas y aspecto diferente, con sus nudos y grietas. El resultado destila autenticidad y la belleza que esconde lo imperfecto.
En cuanto a la decoración de las diferentes zonas de estar que componen este enorme salón, destaca el colorido que el decorador aportó a los espacios. Los tonos castaños de la madera hacen de telón de fondo para un interiorismo de marcado sabor étnico.
Y es que en esta casa en los Alpes franceses destacan los textiles llenos de color y estampados sorprendentes, en una diversidad de tonos alegres que suben la temperatura de los ambientes.
Una cocina ecléctica
El eclecticismo y la mezcla bien entendidos son las notas dominantes en la cocina de esta casa de montaña. Se trata de un espacio que, aunque abierto al salón, queda delimitado por algunos detalles, como la diferencia en el pavimento que en la cocina no es de madera, sino de cemento pulido en un tono beige.
Uno de los detalles más sorprendentes de la cocina es el revestimiento de la encimera y de la isla central que está realizado con un mosaico de vidrio de Bisazza en tonos grises, plata, negros y amarillos. Un detalle muy glamouroso que contrasta con la rusticidad de la madera recuperada de los armarios. Estos materiales tan diferentes conviven, sin embargo, en armonía creando un espacio único.
Destaca la gran campana de hierro fundido suspendida del altísimo techo sobre una cocina de corte industrial.
Estilo japonés para el dormitorio
Aunque las mismas claves decorativas que triunfan en las zonas comunes de la casa también están presentes en el dormitorio principal, hay en este ciertos detalles que lo distinguen y que conforman la esencia ecléctica de la decoración ideada por Jadot para esta maravillosa cabaña.
Las paredes del dormitorio están decoradas con telas con motivos orientales, enmarcadas a modo de cuadros de gran formato.
En el baño triunfa la piedra
El cuarto de baño de la casa es uno de los pocos espacios en los que la protagonista absoluta no es la madera (aunque sigue estando presente en las vigas del techo). Tanto las paredes como el suelo de esta estancia se realizaron en cemento pulido en un color gris azulado que transmite relax y serenidad. Me gusta especialmente el acabado irregular de las paredes; pone una nota de veracidad muy atractiva.
La estrella del baño es, sin duda, la imponente bañera exenta de piedra que se acompaña de dos pequeños lavabos, también de piedra. La nota de color la ponen las alfombras étnicas que no faltan ni siquiera en este espacio, decoradas con alegres colores.
El porche, un rincón para disfrutar al aire libre
A pesar de las temperaturas invernales y de la nieve que cubre el paisaje, el porche de la cabaña se convierte en uno de los rincones más atractivos. Está dispuesto y pensado para disfrutar al máximo de las vistas de este lugar, un paraíso natural de montaña.
Dispone de una chimenea exterior y de muebles de madera cálidos y confortables, con pieles blancas que aumentan la sensación de calidez. Es el lugar perfecto para disfrutar, sobre todo en los meses de verano, cuando las temperaturas se recuperan y el sol brilla más a menudo.
¿Qué te parece esta cabaña de montaña? ¿A quién no le gustaría disfrutar de las impresionantes vistas alpinas al calor de la gran chimenea del salón?
Fuente: Honestly WTF.
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