Estamos a punto de finalizar las Navidades, esa época del año tan deseada
como temida.
Javier y yo volvimos de Marruecos agotados pero satisfechos: una semana
intensa en la que fuimos descubriendo Marrakech sin prisas pero sin pausa,
visitando los lugares más auténticos de la ciudad al tiempo que buscamos
aquellos que han sabido aunar lo mejor del modo de vida autóctono con el
occidental.
Son muchos los extranjeros que se han establecido allí y han conseguido la fusión
de ambos modos de vida, lo que en decoración llamamos noretnic trasladado al lifestyle.
Hemos tomado muchísimas fotografías para compartir en el blog de las que
por ahora sólo he hecho la selección. Queda organizarlas por lugares y temas,
editarlas y publicarlas pero de momento estamos pasando unos días tranquilos
en casa de mis padres para volver con fuerza a la vida cotidiana.
Ya os iré contando y mostrando a partir del próximo post.
Tenía ganas de desearos Feliz Año Nuevo y he rescatado unas imágenes que
tomé en Salón des Fleurs, esa preciosa tetería/floristería madrileña que os
mostraba hace no mucho.
Había terminado de tomar las fotografías para compartir en el blog y estaba
disfrutando mi café con un pedacito de tarta cuando descubrí una sesión
fotográfica a una preciosa chica y no pude resistirme a tomar yo también
algunas.
La luz del local, ya os comenté, es maravillosa y las imágenes de hoy lo
constatan, ¿no os parece?
Os dejo con ellas y espero que tengáis una mágica Noche de Reyes.