Este encantador apartamento nórdico recién renovado se encuentra en Estocolmo, en el segundo piso de un edificio de tres plantas, y con unas espectaculares vistas al río. La casa está muy bien distribuida, teniendo en cuenta que el espacio es de tan sólo 41 metros cuadrados. En él podemos encontrar una sala de estar con cocina, un dormitorio, un cuarto de baño y una terraza. La cocina se ha abierto a la sala de estar con una barra que separa el espacio y que sirve a su vez como zona de comedor. El amplio dormitorio tiene una gran puerta doble que conduce a la acogedora terraza.
Las grandes ventanas permiten una gran entrada de luz natural al espacio, dando mayor sensación de amplitud. Todo el apartamento es de color blanco (paredes, suelo, cocina, mobiliario...) lo cual contribuye a incrementar esa sensación.
Un apartamento pequeño, pero con el espacio aprovechado al máximo y con una suave decoración que transmite paz y tranquilidad a sus habitantes.
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