Necesitamos una alfombra nueva, es un hecho, no para mi marido claro que es de esas personas que nunca necesitan nada, menos mal que ya estoy yo para crear necesidades :-). Bueno, yo y nuestro robot aspirador que ha tenido un duelo a muerte con nuestra alfombra de esparto y ha sido el claro vencedor, le ha quitado tantas cuerdas, que su tamaño ha disminuido considerablemente.
Así que sí, necesitamos una alfombra, y eso requiere un análisis concienzudo de tendencias en esos tableros maravillosos de Pinterest donde los Escandinavos presumen de sus casas blancas, inmaculadas, perfectas incluso en pleno desorden (desorden escandinavo claro, aquí lo hacemos toda de otra manera). En fin, que revisando tableros y tableros de escenas idílicas donde familias suecas ideales preparan una ensalada, mientras los amigos beben vino y alguien teclea en un Mac, me topé con las alfombras de bolas de fieltro.
Al principio las bolas de fieltro me parecieron un poco arriesgadas en mi casa donde no somos suecos y el desorden en general no nos queda tan bien y donde, no nos olvidemos, convivimos con un robot aspirador obsesivo :-)
Pero sólo hay que verlas un poco de cerca para necesitar pisar sobre algo así ¿no creéis?, perfectas para pisar descalza en primavera o sentir el suelo mullidito con calcetines en invierno. Además necesito color, soy poco arriesgada con los colores en muebles o tapicerías, pero siempre arriesgo en las alfombras. Probadlo, busca una habitación de lo más sobria, coloca una alfombra de colores y todo cambia.
Personalmente soy muy de rayas, pero creo que nos vamos a decidir por una redonda y ya sería muy excesiva... ¿y dónde se pueden comprar? pues todas estas fotos son de Sukhi, una tienda on line que las envía directamente de los fabricantes en India, Marruecos, Nepal y Turquía.
Contactaron conmigo en plena obsesión alfombril, así que revisé tu web de arriba abajo y me di de bruces con un proceso artesanal que nunca hubiese imaginado. No sólo con eso, también con una idea de negocio que encaja perfectamente con el tipo de empresas con las que colaboramos, comercio justo, con sueldos y condiciones adecuadas (en la web, hasta puedes ponerles cara a las mujeres que hacen estas maravillas).
Así que si habéis caído en la obsesión por alfombras de bolas como yo, al finalizar este video, creo que no podréis dejar de hacer el pedido. El precio además se reduce al no haber intermediarios y la posibilidad de personalizarla es perfecta. Las alfombras se realizan sobre pedido, así que puedes elegir la forma, los colores que quieres combinar (entre casi 70 diferentes) el tamaño, el diseño... Incluso tienes la opción de contar con asesoramiento personalizado gratuito si eres de los que dudan entre muchas opciones, como yo :-)
Y si no no os atrevéis con las bolas, siempre están las opciones de fieltro recortado....
Pueden ser redondas, o rectangulares y al igual que con las bolas, puedes combinar distintos tonos, aunque a mí personalmente, en este caso, me encantan en un sólo color, ya sé que dije que quería color, pero esta gris me tiene enamorada.
O las alfombras tipo patchwork que me gustan especialmente, tienen mucho color, pero conservan ese aire shabby chic de las alfombras turcas, y también puedes crearlas a tu gusto combinando colores diferentes y ajustando el tamaño al espacio dónde la vas a utilizar.
¿No son perfectas?? ahora sólo queda que consiga decidirme entre todas las posibilidades, y creo que me va a llevar algo más de tiempo y un par de tableros Pinterest.. :-)