Todos soñamos con tener algún día esas grandes cocinas que aparecen en las revistas de decoración y en las películas, tan grandes como un salón y con espacio para moverse con libertad y para guardarlo todo. Al menos ese es mi caso. Cada día me repito a mi misma que si algún día cambio de casa, lo único que quiero es una cocina enorme, donde cocinar, comer, recibir a la familia y amigos y con armarios en abundancia.
Si este no es tu caso, dispones de una gran cocina en tu casa, eres muy afortunada, pero para las que no tenemos esa suerte, hoy va un post de pequeñas cocinas con grandes ideas. Vamos a ello.
Cuando el espacio escasea, menos es más, así que lo primero que hemos de hacer es tomar medidas, analizar bien el espacio, no precipitarse y sobre un plano colocar los muebles y electrodomésticos que vamos a necesitar. Lo digo por experiencia propia, liarse a colocar muebles a lo loco sólo acarrea disgustos en un futuro.
Cocinas pequeñas con isla
No es necesario renunciar a tener una isla por el mero hecho de disponer de una cocina pequeña. A partir de 9 metros cuadrados ya podemos considerar esa opción.
Para rentabilizar el espacio puede colocarse en la isla la zona de cocción o de lavado o aprovecharla como zona para comer, además de superficie de trabajo. En la parte inferior se pueden colocar baldas o armarios para almacenaje.
Un detalle a tener en cuenta es dejar una zona de paso de 1,20 metros mínimo entre la isla y la pared o muebles de detrás de la misma para no entorpecer el paso.
Una posibilidad muy interesante son las islas móviles. Son muebles con ruedas incorporadas que puedes desplazar y colocar en el lugar que más te convenga según tus necesidades.
Cocinas pequeñas en L
Las cocinas dispuestas en forma de L suelen ser las mejor aprovechadas si disponemos de poco espacio y éste es rectangular o cuadrado, ya que suele utilizarse el hueco que deja la L para colocar un office con una mesa redonda.
En la distribución de cocinas en L, lo más habitual es que en la esquina del frente más largo se sitúen el frigorífico y la columna horno-micro, y a continuación, dejando una separación suficiente, la zona de cocción. El fregadero por su parte suele ubicarse en el otro área (el lado corto de la L)
Cocinas pequeñas alargadas
En este tipo de cocina, en función de la anchura del espacio, puedes colocar muebles en las dos paredes enfrentadas o únicamente en un frente de pared. Si optas por la primera posibilidad cuidado con el espacio que queda disponible para poder moverte con comodidad. Si has de renunciar a una de las dos paredes por ser demasiado estrecho el espacio, aprovéchala para colocar baldas a media altura, que no necesitan demasiado fondo y puedes utilizar como zona de almacenaje para tener tu vajilla, vasos, etc a mano.
Otra posibilidad si la cocina es muy estrecha es utilizar una pared para ubicar todos los muebles, zona de cocción, electrodomésticos, etc y en la pared enfrentada colocar una balda volada que puedes utilizar para desayunos, comidas rápidas, con un par de bancos que se pueden guardar debajo y no entorpecen el paso.