La música siempre me ha parecido un elemento clave a la hora de crear una atmósfera relajada y acogedora. Entrar a un restaurante y que esté puesta la radio fórmula de turno a todo trapo me molesta, y mucho. A ver, también depende de la situación o de la compañía. Pero por norma general, suelo tener en cuenta que el hilo musical sea el adecuado.
A sweet french cliché de Fanny Latour-Lambert en Vimeo.
Lo mismo me pasa en casa. Ahora escucho bastante a Madeleine Peyroux. Os la recomiendo para una velada romántica. Pero si buscáis algo elegante y sofisticado, una fantástica opción es la formación americana Pink Martini, una pequeña orquesta que fusiona música clásica, jazz, latina y también pop. Están a punto de estrenar nuevo trabajo, el próximo 3 de abril sale a la venta Dream a Little Dream.
Se dieron a conocer mundialmente tras su éxito Sympathique y que es el que pone la banda sonora al vídeo que he adjuntado y que vendría a resumir lo que sería para mí un día perfecto. Salvo lo de fumar. Eso ya no va conmigo.
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