Con 510 m2 de superficie, la planta baja es la más amplia donde se distribuye la cocina, el comedor y el salón que están creados en concepto abierto y comunicado. Se aprovechan los techos altos de casi 8 metros de altura que le aportan a todo el espacio la majestuosidad y luminosidad que las paredes blancas proporcionan. Destaca la chimenea empotrada en un muro negro de grandes dimensiones y grosor, que va de suelo a techo y donde varios huecos permiten colocar la madera. Me encanta la recuperación del ladrillo visto, el campanario y las vidrieras de colores que hoy se utilizan como ventanas. La vivienda cuenta con siete dormitorios en altillo a partir de la gran altura. Me encantan las lámpara suspendidas en la zona de barra office de cocina.
El contraste permanente entre detalles del pasado y estética moderna caracteriza la originalidad de esta casa. Un espacio ecléctico y único lleno de personalidad. Y vosotros ¿viviríais en una iglesia?
¡Feliz día a todos!
Fotografías [ ] AD
VirlovaStyle
TWITTER / FACEBOOK / BLOGLOVIN / PINTEREST / INSTAGRAM