Si Arquímedes inventó eso de “Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo”, pues a mi mejor, me dais una buena cama y luego hablamos ya de mover el mundo. No hay que jurar que donde hay una buena cama, por supuesto que hay alegría. Últimamente hice algunos cambios en mi dormitorio y desde entonces, he estado buscando inspiración por Pinterest a modo vicio hasta el punto que he decidido abrirme este blog para compartir todas mi mundo interior #deco. Asi que a modo statement diré que el único propósito de este blog es compartir y disfrutar. Puestos a ello y cómo persona hedonista que soy, mi primer post va dedicado a la camas.
En Pinterest tengo un tablón de dormitorios bastante ecléctico, ya que, una cosa es lo que me gusta ver o lo que me sirve de inspiración y otra cosa es lo que me gusta en mi casa a nivel práctico. Por supuesto que soy una persona de lineas limpias, pero hace poco decidí darle un twist a mi dormitorio y ponerlo un poco más ‘Boho’ aunque, sin perder el rollo nórdico-mínimal. Así es cómo ha quedado ¿Os gusta? A Trotsky parece que si, ya sabéis que los perros son los verdaderos portadores del espíritu ‘Hygge’.
Parece que venía con la cama ¿verdad? Los detallitos que he puesto a modo de cabecero son todos DIY menos la bola que cuelga, que es de Muy Mucho, aunque la he tuneado añadiéndole cuerda para que cuelgue más. Por otro lado, el colgador está hecho con los palos que me trae mi Trosky, hilos, plumas y fregonas deshilachadas. El rosario es de cuerda y pasta Fimo, muy fácil de hacer. Solo hay que hacer las cuentas, meterlas en la cuerda y hacerles agujeritos con un palillo para que quede más ‘effortless’.
Antes del ataque ‘Boho-Hygge-mantita-velita’, esta era mi habitación. Ya sabéis lineas rectas tipo ‘minimal’ y en general, blanco y negro por doquier. La balda seguro que la habéis visto en mil sitios, para los que no sepáis es de Tiger. El poster, me lo compré en el Guggenheim de Nueva York ya que es uno de mis edificios favoritos. El resto, cosas viejunas para darle un poquito de alma a mis espacios y que parezca una casa, en vez de un piso piloto.
No sé si sabéis pero soy una obsesa de los azulejos, supongo que entre que soy una enamorada de Portugal y que también me recuerdan a una casa abandonada en Extremadura en la que me he pasado muchos v ...