No sé si sabéis pero soy una obsesa de los azulejos, supongo que entre que soy una enamorada de Portugal y que también me recuerdan a una casa abandonada en Extremadura en la que me he pasado muchos veranos de mi vida jugando. Dejando de lado el poder de los recuerdos felices quiero mostraros un makeover que realicé en la cocina hace un par de meses. Si bien es cierto, este blog se podría llamar ‘Deco para pobres’ o algo así, pero como soy una moderna wannabe pues no le podía llamar así.
Pues cómo muchísima gente, soy una más de esas que no tienen una cocina de diseño, si no la que venía con el piso de hace diez mil años. En su día, se me ocurrió pintar los azulejos de blanco para que me pareciese un lugar habitable. Pero pasado un tiempo, le tenía que meter algo de caña a esta cocina, así que un día paseándome por Muy Mucho… ¡ZAS! Se cruzaron en mi camino estas maravillosas pegatinas tipo azulejo. Además de que me parecieron ideales, lo que más me gustó fue el precio. No recuerdo muy bien pero me costaron alrededor de… ¡3 euros!
¿A que parece mentira lo que unas pegatinas pueden hacer por una cocina mainstream? Ya sabéis, ante las limitaciones no queda otra que buscarse la vida! Lo mejor de todo, es que además de las múltiples posibilidades que ofrecen, si te cansas las tiras sin remordimientos. Considero que una casa es el reflejo de nosotros mismos y por ello, debe ir evolucionando poco a poco, sin grandes planes de por medio ¡Larga vida al Low Cost!
En vez de daros inspiración Pinterest, os voy a dar inspiración real y vintage que nada tiene que ver con mi cocina. Bueno si, que mi cocina también es vintage aunque no tanto! En esta casa nació mi madre y cada vez que voy de visita, me sigo perdiendo cada verano en ella en busca de Tesoros Vintage (Otro día hago post de reliquias top)
Azulejos auténticos marroquíes!
Bóveda y unas gárgolas que ni Quasimodo!
¡Más maravillas Kitsch!
Cómo decía, cada casa tiene una historia y me parece maravilloso que esta vaya, de alguna forma, ligada a la mía personal <3
Besis!
La entrada se publicó primero en NordicOrSurdic.