El siguiente también tiene su trasera de iguales cuadros, pero su frontal está tejido en lana a punto de ochos en un bonito y acertado tono rojo. Muy calentito y confortable. De estos he hecho dos.
Como tercer plato, el que he pintado. Me encanta el reno Rudolph. Es un personaje que me transmite mucha ternura. Por eso, el cojín principal de éstas navidades está dedicado a él. Aunque está acostumbrado, suele pasar bastante frío porque es el que encabeza el trineo de Santa, para guiar a todos con la luz de su nariz, así que he decidido añadirle una bufanda de cuadros para que esté más calentito.
¡ Yo creo que ya está preparado para traernos los regalos.!
A los pies de la silla, el último. Era una de las antiguas fundas de los que tenía en el salón. Como eran cuadrados (de 50X 50) y los de ahora son alargados, he formado una especie de sobre y lo he rematado con los socorridos cuadritos de marras. He añadido un pompón de la lana (sobrante de los de punto de ochos) y..... ¡tan monos.! Tres en total de éste modelo.
Todos juntos forman un conjunto muy hogareño muy de mi gusto y el de los míos.
Creo que las navidades se presentan bien confortables, como debe ser. Ya imagino las largas tertulias familiares recostados sobre éstos cómodos cojines, que se unen a los de años anteriores.
Espero que lo hayas pasado bien. Ya ves que con muy poco puedes tener tus cojines navideños. Te doy las gracias por el tiempo que me has dedicado a éste espacio y te emplazo para dentro de muy poco.