¿Cómo es esto posible? Sencillo: después de pasar meses trabajando y sometido al estrés del mismo, la posibilidad de un descanso representa una bocanada de aire fresco. Y es precisamente esta pausa la que nos impulsará a realizar nuestro trabajo con nuevas energías.
Así que sí, las vacaciones no sólo te las mereces sino que tu trabajo las necesita. Si todavía no nos crees, te dejamos aquí seis razones por las que tomarte vacaciones aumenta la productividad laboral.
¿Por qué aumenta la productividad al tomar vacaciones?
Se renuevan energías: Tomar vacaciones tiene los mismos efectos que dormir después de un día agotador. Descansas el cuerpo y la mente y eso te permite renovar tus energías y ganas de trabajar, lo cual se traduce en un mayor rendimiento laboral al momento de reincorporarte.
Se planifica con efectividad: Lejos de la presión y el estrés del día a día laboral, la mente se relaja y puedes pensar con tiempo y claridad cómo resolver esos problemas que dejaste pendiente o cómo hacer tus tareas más rápido y con mayor eficiencia. Sino, simplemente puedes organizar y planificar tu regreso con calma, esto aumenta la productividad laboral que tienes.
La creatividad aumenta: Fuera de oficina se crean ideas nuevas y esto sirve no sólo para resolver problemas sino para crear o mejorar las formas de trabajo. Si tu empleo tiene que ver con la publicidad o el diseño, las vacaciones te caerán como anillo al dedo para buscar la inspiración que necesitas y así, casi sin darte cuenta, aumenta la productividad y la efectividad de tu trabajo.
La perspectiva de las vacaciones ya aumenta la productividad: Aunque no te lo creas, la simple idea de alejarnos de la oficina por unos días y descansar, de irnos a esos sitios turísticos tan populares o simplemente poder dormir hasta tarde en nuestras casas nos hace más eficaces en nuestro trabajo. ¿Por qué? Simple, empezamos a trabajar más rápido en la medida que se acercan las fechas de vacaciones para poder tener tiempo de planificarlas.
Nos comunicamos mejor y colaboramos más: Ya sea porque estuvimos lejos de la oficina o porque llegamos con nuevas ganas de trabajar, diversos estudios demuestran que una vez retornamos a la oficina comunicamos mejor nuestras inquietudes y nos mostramos mucho más dispuestos a colaborar para solucionarlas. Esto aumenta la productividad ya que se detectan los problemas y se resuelven más rápido que antes.
Varía la frecuencia: No se necesitan vacaciones largas cada dos meses para aumentar la productividad, basta con dos días o una semana para que el trabajador renueve energías y se auto-incentive a trabajar, en especial si estas vacaciones las paga la empresa.
De hecho, se ha demostrado que el trabajador que cada tres o cuatro meses va a alguna actividad recreativa organizada por la empresa (algún club deportivo, por ejemplo) aumenta la productividad laboral porque se siente entendido por sus jefes y siente que debe devolverles las atenciones en eficiencia laboral.
Así que ¿Qué estás esperando? ¡Comienza ya a planificar tus vacaciones! ¡Y disfrútalas al máximo! ¡Tus jefes y tu trabajo te lo agradecerán!
Fuente: este post proviene de Magazine Organizarte, donde puedes consultar el contenido original.
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