Con el techo a dos aguas, se crea una entreplanta a modo de altillo que aprovecha la altura, con un forjado de vigas de madera en estilo rústico. La cocina se realiza en madera siguiendo la línea de campo con muebles hechos a medida a modo de contenedores y cajas de almacenamiento y las paredes de hormigón crean un contraste industrial perfecto. Cada espacio hace su personal referencia al estilo cottage como los sofás con tela de saco, el mimbre de los cestos y lámparas, las plantas trepadoras como si saliesen de las paredes y el suelo... Al baño se accede por una puerta corredera de granero recuperada. Es como pasar a un oasis de tranquilidad en mitad del campo. El dormitorio y la zona de estudio se sitúa en el altillo, buscando intimidad pero sin cerrar el espacio en sí. El concepto es un poco loft.
¿No os parece una pasada de proyecto?
¡Feliz día a todos!
Fotografías [] behance
VirlovaStyle
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