La inclinación del terreno hizo que se optase por una construcción de poca base y mucha verticalidad, enfatizando al máximo su frente de vivienda tradicional. De esta manera se conseguía también mejorar las vistas ya que al ganar altura les permitía ver por encima de los árboles y la vegetación. Así se han construido en las dos plantas superiores dos terrazas a modo de plataformas de observación para disfrutar de la naturaleza, una orientada hacia el océano y la otra hacia el bosque. En estas plantas se ubican las zonas comunes como el salón y la cocina para aprovechar las vistas durante el día. Los dormitorios se sitúan en planta baja, y se destinan al descanso y a la tranquilidad. Los huecos de ventanas se han situado en la trayectoria del sol para aprovechar al máximo la luz solar.
¿Qué os ha parecido esta cabaña de verano?
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