el antes y el después
Aquí está esta pequeña agresión a la vista:
Estos son los materiales que utilicé: alcohol, pintura gris para el fondo, y blanco antiguo (todas a la tiza), y un veteador.
el veteador recién comprado
Como es pintura a la tiza, ni doy imprimación ni lijo, simplemente limpio con alcohol.
Primera capa de fondo que aplico, con rodillo, y aunque no tenga mucha importancia porque no se va a ver, voy siguiendo las vetas.
ahí vamos, jerónimooo!!!
Primera capa acabada, con una mano ha sido suficiente.
Tras una mano de pintura blanca o, mejor dicho, inmediatamente después de aplicar la pintura en un trozo, se pasa el veteador para que aparezcan las vetas y nudos imitando a una madera, de arriba a bajo de una vez, y oscilando el veteador. No es difícil pero hay que practicar primero. Aquí tenéis un vídeo en youtube de como hacerlo Como yo soy bastante impaciente, no lo hice, y ahí en la foto se pueden apreciar los errores: vetas que se cortan o nudos que de repente se quedan a medias.
Y debería haberlo arreglado. Pero no. La mesa se va a quedar así, como recordatorio con patas de que debo ser mas paciente (a ver si es verdad y aprendo).
recordad vetear con la pintura muy fresca para arrastrarla
Las patas simplemente he arrastrado la pintura con un trapo.
Y para acabar, tres capas de barniz ultra resistente, con un ligero lijado entre ellas.
Y este es el acabado final, aunque la foto no se vea muy bien, pero es lo que tiene hacerla con el móvil.
El resultado final, todo un cambio de look, ya que me aporta luz y, sobre todo un poco de actualidad, que falta nos hacía.
Espero que os hay gustado y os ayude con otras ideas. Me voy a ver que se cuece en el finde frugal de marcela.
Feliz finde!!!